Largo viaje el que ha vivido el cine desde que los 50plus asistíamos a los estrenos en grandes salas con pantallas gigantescas hasta el consumo doméstico en distintas plataformas. Hemos pasado por minisalas, video, dvd… La pandemia ha acelerado el abandono del cine como experiencia colectiva, aquello que estaba llamado a convivir se ha convertido en un ejercicio sustitutivo.

Este año son pocos los estrenos que se han atrevido al modelo tradicional. Sobre todo producciones minoritarias a las que el reducido número de superproducciones les ha dejado espacio. Por eso es importante que una película ganadora del León de Oro en Venecia, varios Globos de Oro, nominada en los Oscar y los Bafta, y merecedora de un aplauso casi unánime, haya llegado. Mas que una actitud de resistencia es una bonita forma de agradecimiento.

Nomadland cuenta una historia muy americana pero que podría ser universal. Fruto de la crisis de 2008, muchas personas entienden que no tienen otra opción que la de lanzarse a la carretera, vivir en su caravana o furgoneta y aceptar trabajos esporádicos en distintos puntos de la geografía. En definitiva, se convierten en nómadas.

Lejos de ofrecer una película de perdedores, Chloé Zhao los convierte casi en héroes, seres humanos que aprenden lo que en la vida es realmente importante, que son capaces de mirar, encontrar la belleza que les rodea y completarla con la que emana de la bondad y la solidaridad. Una historia posiblemente para un tiempo nuevo en el que aprender a vivir sin salvavidas y no por ello ahogarse.

Con mucho de realidad, casi documental y tono pausado, consiguen que les entienda y me emocione con sus viajes. Ayuda la excelente interpretación de Frances McDormand y la música de Ludovico Enaudi. También ayuda haber salido, llegado al cine donde he hecho cola para comprar la entrada, la oscuridad de la sala y la compañía de otros que también están dispuestos a no renunciar a esta experiencia que aprendimos a apreciar siendo niños. Merece la pena.

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Este año son pocos los estrenos que se han atrevido al modelo tradicional. Por eso es importante que haya llegado a las salas una película ganadora del León de Oro en Venecia, varios Globos de Oro, nominada a los Oscar y los Bafta, y merecedora de un aplauso casi unánime