¿Qué te evoca la ciudad de Hamburgo? O mejor dicho, ¿qué ideas nos trae a los 50plus? Sí, aquel equipazo de fútbol de los 80 que le metió cinco al Real Madrid; sí, donde los Beatles estuvieron y se hicieron hombres, en todos los aspectos, a principios de los 60; y claro, donde se supone que se inventó la hamburguesa, que es cierto, solo que ellos nunca la han llamado así. Pero tiene mucho más. Es uno de esos destinos a los que no es complicado ir -cuando volvamos a viajar– y que se puede abarcar en un fin de semana, si largo, mejor. Porque no tiene desperdicio.
La Ciudad Libre y Hanseática de Hamburgo, como se llama oficialmente, es la segunda más poblada de Alemania, después de Berlín, con 5,3 millones de habitantes a lo largo de su área metropolitana. Y alberga el segundo mayor puerto marítimo de Europa, sólo superado por el de Rotterdam. ¿Cómo, si la ciudad está a 110 km de la costa? Porque el río Elba es perfectamente navegable desde allí hasta su desembocadura, de manera embarcaciones de todo tipo, transatlánticos y cruceros, pueden tranquilamente salir y entrar a y desde el Mar del Norte.
Sin duda, uno de los grandes atractivos es navegar por el puerto o contemplar su frenética actividad desde alguno de los puntos elevados que lo permiten. Y como buena ciudad portuaria, Hamburgo tuvo su punto canalla, encarnado en el famoso barrio de St. Pauli. Ahora, más que nada, es una zona de copas, bares alternativos y música en directo. Sigue en pie el Kaisarkeller, que tuvo el honor -entonces incierto- de albergar los conciertos de aquellos primerizos The Beatles durante su segunda estancia allí. Por cierto, el entonces revolucionario peinado con flequillo tuvo su origen allí, inspirado en el de la que para siempre fue su amiga, Astrid Kirchherr.
Volveremos a viajar a la ciudad de Hamburgo
Como muchas ciudades alemanas, el centro de Hamburgo alberga la parte antigua, Alstadt, en buena parte reconstruida tras el destrozo de la Segunda Guerra Mundial, y una zona nueva, Neustadt. A destacar uno de los ayuntamientos más imponentes de Europa, que se levanta sobre una señorial plaza en la que se celebran mercadillos y festivales en diferentes épocas del año. Y en medio de la ciudad, un lago artificial, el Alster, hermano pequeño de otro exterior, ambos originarios del río del mismo nombre. Se puede navegar, circundar en un magnífico paseo o, simplemente, pararse un buen rato a explayarse en la relajante postal que puede verse desde cualquier punto.
Por lo demás, es una ciudad en la que no se deja de tener algo que ver o visitar: una rica oferta cultural y de museos, buenos emporios comerciales o paseos por sus canales, que, por cierto, cuentan con más puentes que Venecia y Ámsterdam juntas. Qué decir de los restaurantes, cervecerías, su mercado de pescado, la lonja convertida en sala de conciertos… en definitiva, una ciudad que denota buen vivir. Como no lo vamos a contar todo, aquí puedes encontrar algunos sitios y actividades para conocer bien Hamburgo. También este buen reportaje en El País.
En cuanto a vuelos, hay directos de Iberia desde Madrid y de Vueling desde Barcelona. Otras compañías como Lufthansa, KLM o Air France ofrecen vuelos con escala. Si vamos a estar más días, se puede aprovechar para visitar Bremen, la ferial Hannover o la ciudad medieval de Lübeck.
“Uno leyó, la primera vez que se acercó por allí, que los hamburgueses tenían la peculiaridad de ser gente reservada, reacios a hacer ostentación de la riqueza que atesoraban. El caso es que, hoy por hoy, disfrutan del mayor PIB por habitante de Alemania.”