Los 55plus somos más, trabajamos más y también sufrimos más el desempleo. Es una primera conclusión, pero hay más. El Centro de Investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre acaba de publicar la tercera edición de su Mapa del Talento Sénior. Este estudio tiene por objeto contrastar la realidad laboral en España de jóvenes (menores de 30 años) y seniors (entre 55 y 70 años).

El estudio detecta 20 tendencias, de las que aquí destacamos las siguientes:

• En términos de población, se ha invertido la relación entre jóvenes y seniors desde 2008. Si entonces había 8,4 millones de jóvenes y 6,8 millones de mayores, hoy somos 9,1 millones de seniors y 6,9 millones de jóvenes.
• Ese cambio de orden se refleja también en el mercado laboral. Hoy hay 2,9 millones de trabajadores jóvenes y 4,1 millones de seniors. En concreto, el número de trabajadores mayores de 55 años ha crecido un 78% en los últimos 15 años.
• La población entre 55 y 70 años ha crecido en 2,3 millones desde 2008. Sin embargo, ese aumento no se refleja en el mercado laboral, dado que los seniors activos solo han aumentado en dos millones. El estudio interpreta que se debe a que muchos 55plus han desistido de seguir trabajando.
• Los seniors ocupados se concentran en el área sociosanitaria y la industria, mientras que los jóvenes trabajan principalmente en la hostelería y el comercio.
• La dedicación parcial se da más entre los jóvenes (22%) que entre los seniors (11%), hecho que contrasta con las cifras de otros países europeos, como Suecia o Alemania, donde la dedicación parcial entre los seniors supera el 30%.
• Desde 2008, el desempleo ha crecido un 17% entre los mayores de 55 años (300.000 personas). Asimismo, el paro de larga duración se da más entre los seniors que entre los jóvenes.
• En autónomos, los seniors ganamos por goleada. Somos 977.000, por 189.000 menores de 30 años. Los 55plus que trabajan por cuenta propia representamos el 23% de los trabajadores en nuestra franja de edad.
• Frente a los tópicos y creencias que corren, el estudio no observa diferencias significativas en capacitación tecnológica entre ambos colectivos. Eso sí, los mayores somos más prudentes.

El estudio de Ageingnomics incide también en que los cambios estructurales en el trabajo se deben sobre todo al cambio demográfico, la emigración de trabajadores cualificados, el fracaso escolar y las condiciones laborales de los jóvenes. En cuanto al aumento del talento senior en los trabajos, lo achaca al entorno inflacionario que tenemos en España y en Europa en general.

También señala que, a medida que el empleo siga ofreciendo datos positivos, es de esperar un aumento de ocupados en ambos colectivos, siempre que la economía no entre en recesión o ralentización. Y teniendo en cuenta además que los seniors alcanzarán casi la mitad de la población española en 2030. A ello contribuye la alta esperanza de vida y la baja tasa de natalidad en España, factores ambos en los que destacamos en Europa.

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