Las fiestas navideñas despiertan en mí sentimientos encontrados, parece que es obligatorio llevar una sonrisa puesta. No me gusta la Navidad o, mejor dicho, la que nos venden y consumimos.
Porque la Navidad es esa época del año donde hay que ir corriendo a todas partes, comer y estar con gente con la que seguramente podrías estar en cualquier otra fecha del año. Por ejemplo, hablemos de los regalos, ¿por qué hay que regalar? Nos vemos inundados de consumismo, de publicidad que incita a gastar, hay que ir de compras y encima acabamos gastando mas de lo debido.
Pero no sólo a mi no me gusta la Navidad
Según el Instituto Nacional de la Salud, la Navidad es la época del año en la que se registran mayores índices de depresión. ¿A qué es debido?
La economía de las familias está resentida por la pandemia de la COVID19 y el aumento de los precios. A esto hay que sumarle que el ambiente de alegría genera añoranza y tristeza por la falta de familiares o amigos. Es entonces cuando las personas pueden deprimirse. Y según la Asociación Europea de Psiquiatría Social, un 20% de los españoles padecen este problema.
La tristeza emergente de la Navidad
Para la mayoría, esta época está ligada a emociones positivas como la alegría. Es el momento de los reencuentros y de regalos, de pasar tiempo con nuestros seres queridos… pero para algunas personas, la Navidad tiene otro significado, aquel que está envuelto por la tristeza y la melancolía.
Estas fiestas despiertan sentimientos de añoranza por tiempos etiquetados como mejores o más felices o por el peso de todos los propósitos no cumplidos. También es la época en la que la soledad se hace más presente y los vacíos parecen hacerse cada vez más profundos.
El estrés de la Navidad
A todo lo anterior, debemos añadirle el factor más importante: la presión de la felicidad. Aunque hay personas que si bien no son invadidos por la tristeza, sí están inundados por estrés y ansiedad. Son aquellas víctimas del consumismo predominante y la preocupación solo por lo material.
La reuniones y reencuentros obligados
En las fechas señaladas, aparecen los reencuentros obligados que generan malestar porque todo se tiñe de un matiz falso con sabor agridulce para las personas que los soportan. Afloran los conflictos enquistados, pero por el bien de los demás, todos intentan disimularlos.
En resumen…
En general, la época de Navidad se ha convertido en un momento difícil para muchas personas de nuestra sociedad mientras que para otras, sencillamente, ha perdido el encanto o nunca lo encontraron. Oportunidad de reflexión para muchos, escape o felicidad para otros… Lo importante es ser feliz con lo que cada uno de nosotros nos encontremos más cómodos, ya sea en Navidad o en cualquier época del año.
Porque, de cualquier manera, la felicidad en sí misma no existe. La felicidad se construye a través de nuestra actitud.
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Según el Instituto Nacional de la Salud, la Navidad es la época del año en la que se registran mayores índices de depresión. Un 20% de los españoles padecen este problema.
