Según estimaciones internacionales, ninguna droga, guerra, epidemia o catástrofe ha matado tanta gente en la historia de la humanidad como lo hizo el tabaco. Increible, ¿verdad?

Últimamente, mis amigos 50plus que son fumadores me cuentan sus intentos de dejar de fumar. Algunos lo hacen por recomendación del médico y otros por convencimiento propio. Sea por lo que sea, lo intentan con más o menos éxito. Pero siempre me he preguntado por qué cuesta tanto. Una pregunta normal, sobre todo para un no fumador.

¿Por qué nos cuesta tanto?

Si, reconozco que nunca he fumado, así que puede parecer que es un tema lejano para mí. La verdad es que no es así. Siempre estuve rodeada de familiares, amigos y compañeros de trabajo que fumaban. Y todos, sin excepción, en alguna ocasion me han hablado de querer dejarlo. Por eso he decidido buscar información y escribir este artículo.

¿Puede una persona decidir abandonar y lograrlo sola?

Creo que dejar de fumar no es sólo cuestión de fuerza de voluntad, sino que se trata de combatir una adicción. Porque la nicotina es la droga que determina que el fumador sea adicto. Y es el síndrome de abstinencia lo que incita al fumador a encender otro cigarrillo para recibir la dosis de nicotina.

Esa falta brusca de la nicotina hace que el 95% de las personas que lo dejan de golpe y sin apoyo vuelven a fumar en el intervalo de un año. Así que si estás pensando en dejarlo, sería interesante que te plantearas hacerlo con el apoyo de un especialista que te ayude.

¿Qué tratamientos existen para dejar de fumar?

Existen varios procedimientos efectivos para dejar de fumar, como reemplazar la nicotina por productos que aporten nicotina de forma no adictiva. O bien tomar un antidepresivo o un medicamento que bloquee los receptores de la nicotina. Según los expertos, ambos medicamentos pueden duplicar y hasta triplicar las posibilidades de éxito de dejar de fumar. Pero también afirman que son aún más efectivos si se combinan con el apoyo de un especialista cognitivo conductual. 

Los medicamentos que permiten aliviar el deseo y controlar el síndrome de abstinencia por falta de nicotina son: el Bupropión y la Vareniclina.  El primero es un antidepresivo cuya acción sobre los sistemas de recompensa del encéfalo sería parecida a la de la nicotina. Y la Vareniclina, un fármaco diseñado con el propósito de combatir la dependencia de la nicotina. Aunque lo mejor es consultar a tu médico.