Seguimos con el repaso a los Juegos Olímpicos que hemos vivido. Unos de niño, otros ya mayorcitos. Pero seguro que de todos recordamos algo. Por las estrellas del deporte a las que pudimos ver, por situaciones o imágenes que se nos quedaron grabadas o, simplemente, porque los relacionamos con episodios y etapas de nuestra vida.

Habíamos empezado en Múnich 72 y nos quedamos en Atlanta 96. Así que ahora afrontamos el cambio de siglo:

Sidney 2000. Estos Juegos fueron de los que nos hicieron madrugar y trasnochar. Estados Unidos recuperó la hegemonía en los 100 metros lisos con Maurice Green, y en el gran fondo, el rey fue el etíope Haile Gebrselassie. Otra de las estrellas fue Cathy Freeman, una aborigen australiana que encendió la llama olímpica y luego ganó los 400 corriendo con un traje de astronauta. Otro australiano, el larguísimo Ian Thorpe, compartió los honores en natación con dos neerlandeses, Pieter Van den Hoogenband e Inge de Bruijn. España se quedó en 11 medallas, lo que supuso un pequeño paso atrás que en juegos posteriores seríamos capaces de revertir.

Atenas 2004. Estos fueron propiamente los primeros del siglo XXI. Volvían los Juegos a Grecia entre pasión y caos. El maratonista brasileño de Lima perdió el oro por la irrupción de un espontáneo que le agredió. Pero la gran estrella del atletismo fue el marroquí Hicham El Gerrouj, campeón en 1500 y 5000, hazaña sólo antes conseguida por el finlandés Paavo Nurmi, nada menos que en 1924. La natación vivió la irrupción del gran Michael Phelps. Y, sorpresa, Argentina se llevó el baloncesto después de batir en semifinales a Estados Unidos, primera vez que no ganaban el oro con los profesionales NBA. España recuperó la senda con 20 medallas.

Pekín 2008. Tres hechos destacaron por encima de todos: la apabullante ceremonia inaugural, en la que China exhibió todo su poderío económico, humano y tecnológico; la aparición estelar de Usain Bolt, que pulverizó el récord mundial de los 100 metros lisos… y entró en la meta andando; y si en Atenas vimos al primer Michael Phelps, aquí conquistó ocho medallas de oro, superando la marca de Mark Spitz. España mantuvo el nivel con 18 medallas, muy recordadas la de oro de Rafa Nadal, la de Samuel Sánchez en ciclismo y la plata de nuestra selección de baloncesto -la familia de los Gasol, Navarro, Rudy…-, desafiando a un imponente USA team que no quería más sorpresas.

Londres 2012. Los británicos tiraron de lo suyo en las ceremonias de inauguración y clausura: su literatura, su historia, James Bond, the Queen y, por supuesto, mucho pop y rock británico. Usain Bolt volvió a ser el rey de la pista, ganando con total autoridad todas las pruebas de velocidad. Otra actuación memorable fue la del keniano Rudisha, quien estableció un increíble récord mundial en los 800. Phelps sumó seis metales más y se convirtió en el mayor medallista olímpico de la historia. España coleccionó 20 medallas, cierto que algunas llegaron en diferido por aquello de las sanciones por dopaje retroactivas. Volvimos a retar al USA team y a estar cerca, pero otra vez no hubo manera con esas bestias.

Río 2016. La primera vez que llegaban a Sudamérica. Controvertidos por la inestabilidad política del país y diversas contrariedades como el famoso virus del Zika. Como los deportistas en estos tiempos son más longevos, Bolt y Phelps siguieron mandando en la pista y la piscina. Pero fue la primera irrupción de Simone Biles como reina de la gimnasia. Las nadadoras Katie Ledecki (USA) y Katinka Hosszú (Hungría), así como el atleta sudafricano Van Niekerk (récord mundial en 400) compartieron honores. España consiguió 17 medallas y, sobre todo, siete de oro, con especial mención para Mireia Belmonte en natación y Ruth Beitia, increíble oro en salto de altura. Un dato: fueron los primeros juegos de verano en los que la antorcha se instaló fuera del estadio olímpico.

Tokio 2020. La pandemia determinó que se celebraran en 2021 y marcó todo el evento, con las gradas vacías y mascarillas en todas las ceremonias. Pero también hubo deporte. La triplista venezolana Yulimar Rojas y el mediofondista noruego Jakob Ingebrigsten fueron quizás las puntas de lanza de una sensacional competición de atletismo, en la que destacar también el emotivo abrazo con oro compartido de los saltadores de altura Tamberi (Italia) y Barshim (Catar). España repitió las 17 medallas, y destaquemos el oro de Sandra Sánchez en el país que inventó el karate. Por lo demás, fue cuando Simone Biles dijo basta y advirtió al mundo que los deportistas no son máquinas.

París 2024. Todavía quedan días y medallas por repartir. Pero ya podemos comentar cosas como la ceremonia inaugural, con el desfile por el Sena bajo la lluvia, la aparición estelar de Rafa Nadal y el pebetero elevado por un globo aerostático que después casi no hemos visto. Tenemos ya a tres grandes figuras que se recordarán: Simone Biles majestuosa y feliz, el nadador francés Léon Marchand y el ciclista belga Remco Evenepoel. Pero habrá más y disfrutémoslo.

Quién sabe, los de París todavía podrían ser los Juegos de nuestra vida.