Dublín, ciudad de templos

Enrique de Pablo Domingo

31/08/2023

Helsinki Finlandia en soy50plus

Por diferentes razones, es muy posible que muchos 50plus hayamos tenido ocasión de visitar Dublín: por trabajo, estudios, turismo o por puro interés cultural. Estaremos de acuerdo en que esta ciudad enamora por su alegría, su ambiente, su música… Y sobre todo, por su gente, siempre acogedora y cercana. Dicen que cuando un irlandés te mira mucho, no te preocupes. Sólo quiere hablar contigo.

Pero, además, convengamos que Dublín es una ciudad de templos. De diferente índole y significado. Por supuesto, innumerables iglesias. No en vano, tiene dos catedrales, la de la Santísima Trinidad, que es la de la ciudad, y la de San Patricio, que es la de Irlanda. Lo curioso es que, en un país de mayoría y tradición católica, ambas sean protestantes, pero sería muy largo explicar aquí por qué. Las dos se merecen una detallada visita, y luego hay muchas más.

Un templo del saber es, sin duda, el Trinity College. La primera y principal universidad del país es, además, el epicentro de la ciudad. El lugar donde la gente queda, donde empiezan los paseos o el que utilizas para situarte en el mapa. Pero además de rodearlo o pasar invariablemente por allí, es imprescindible entrar en su recinto, recorrer el magnífico campus. Y, desde luego, visitar su famosa e impresionante biblioteca. Eso sí, aviso a navegantes, su gran sala principal está hoy vacía de libros, ya que un gran proyecto de rehabilitación ha hecho necesario despojarla de los más de 200.000 ejemplares que atesora. En todo caso, la estancia ya vale la visita y verla así puede ser una oportunidad única.

Dublín es también célebre por sus templos literarios. Los lugares que acostumbraron a visitar los enormes escritores que ha dado esta ciudad, y también los que aparecen en sus obras. Los pubs, calles y parques por los que paseaban, se inspiraban o se sentaban a hablar James Joyce, Oscar Wilde o Samuel Becket. El pub Davy Byrnes, donde Leopoldo Bloom paró a tomarse un sándwich de gorgonzola y una copa de borgoña aquel enorme día que quedó inmortalizado en Ulises. O la cripta de la iglesia de St Michan, que dicen que inspiró a otro dublinés, Bram Stoker, para escribir Drácula. No, aquí no nos hemos atrevido a entrar.

Nadie dudará tampoco que los pubs de Dublín son, muchos de ellos, verdaderos templos. No ya de la cerveza y las pintas de Guinness, que también. Son lugares cargados de historia, que se percibe nada más entrar, e infunden a la vez alegría y respeto. El más antiguo es The Brazen Head, que data nada menos que de 1198. Más “moderno”, de 1782, ese el Mulligan’s, que dicen que era el más frecuentado por Joyce y parece que siga igual. En McDaids daban en reunirse los poetas, O´Donoghue’s fue donde empezaron a tocar The Dubliners, en fin… Dicen que un irlandés pasa más de la mitad de su vida en un pub, y no sólo porque vaya a beber. Y por cierto, a cualquiera que vaya, impresiona la exquisita atención, educación e impecable servicio de los camareros. Eso sí, déjenles propina, por favor.

Y claro, está Temple Bar, junto al río Liffey, la zona de marcha, vida nocturna y música sin fin. Que en realidad no viene de templo ni de bar, ya que en gaélico significa ‘ruta de los Temple’, que fue una influyente familia de allí. Pero todos sus bares son verdaderos templos de alegría, buen rollo, y por supuesto pintas y buena música. Uno con una guitarra, dos con dos guitarras, o una y un violín, no hace falta más. Y tocan absolutamente de todo, rock, pop, hasta disco… no se crean que sólo música tradicional irlandesa, que también. En cada pub un concierto, a cuál mejor…

Hay muchas razones para visitar y, por qué no, para volver a Baile Átha Cliath, no se asusten, Dublín en gaélico. Una ciudad que nunca se cansa… y no cansa nunca.

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Dublín es una ciudad adorable por su ambiente, su alegría, su gente… y sus ganas de vivir, que se contagian en cuanto uno llega. Puedes ir para dos días o pasarte dos meses. Y puedes volver 30 años después y reconocerla perfectamente, porque lo bueno no ha cambiado allí.