Clásico podríamos definir a este vino de los hermanos Eguren, elaborado con uvas 100% Tempranillo de cepas pegadas a la Sierra de Sonsierra, en el corazón de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Bajo la tradicional forma de hacer vino, con esfuerzo constante por el respeto al medioambiente, selección de racimos, despalillados a mano y pisados a la manera tradicional. Logran sacar toda la esencia a la uva y transmitir al vino lo que la tierra le aporta y enriquece.

Resultado de esta cuidada, tradicional y natural forma en la elaboración del vino con métodos tradicionales de vinificación, es Sierra de Cantabria crianza 2018, fiel y notable cumplidor de las premisas de los tempranillo riojanos. Es un vino fresco y afrutado con un tanino maduro.

Con una crianza de 14 meses en barricas de roble americano y francés, se afina en botella. Vino tinto sedoso y elegante de intensidad medía, brillante y color rojo picota, con aromas a frutas rojas y algunos detalles especiados que le da la crianza, muy agradable y fresco en boca. Predomina el carácter frutal.

Buen compañero para saborear cualquier tipo de carne asada y platos de cuchara, aunque su paso suave le abre infinidad de posibilidades a la hora de acompañar a ensaladas incluso pescados blancos y arroces sencillos sin mucho sabor.

Una mención a tener en cuenta si podemos hacer una visita por estos lares es el restaurante El Puntido. Situado a los pies de la Sierra de Cantabria, donde la experiencia gastronómica, el respeto por los productos y el vino son las premisas que los Eguren quieren transmitir de esta zona única en el mundo.

Descubrir este clásico vino riojano ha sido una verdadera sorpresa. Tanto por sus orígenes y elaboración como por sus matices y calidad, a lo que tenemos que añadir un precio asequible. Pasará a ser uno de nuestros vinos de cabecera, de los que nunca fallan.

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