¿En qué consiste la medicina antiaging?

La medicina antiaging es un tipo de medicina preventiva que busca retrasar la edad biológica, es decir, el envejecimiento y sus enfermedades asociadas, para poder vivir más y con más calidad.

Desde los 30 años nuestro cuerpo comienza a experimentar los primeros signos del envejecimiento: canas, arrugas, cansancio, problemas para dormir, pérdida de altura en las vértebras, pérdida de masa muscular y masa ósea…

Sin embargo, podemos retrasar este proceso gracias al tratamiento antiaging. Gracias a estas terapias preventivas podemos vivir más y mejor, sobre todo si empezamos con ellas antes de que estos signos de envejecimiento se hagan más visibles y patentes.

Esto es posible porque la longevidad de una persona depende en un 25% de la genética, mientras que el 75% restante depende principalmente de nuestros hábitos de vida, su tipo de trabajo, sus relaciones personales, etc. Por lo que si evitamos los factores dañinos y potenciamos los buenos, podremos vivir más.

Beneficios de la medicina antiaging

Beneficios de la medicina antiaging

– Disminuye las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

– Aumenta la energía y la fuerza del cuerpo.

– Aumenta la libido y la calidad de las relaciones sexuales.

– Fortalece el sistema inmunológico.

– Evita el sobrepeso y la obesidad y, con ello, las enfermedades ligadas a ambos problemas.

– Mejora nuestro aspecto externo, evitando las arrugas, las manchas, etc.

– Mejora el estado de las funciones cognitivas y del cerebro, previniendo la demencia senil.

¿Cuáles son los puntos básicos de la medicina antiaging?

– Alimentación saludable y equilibrada, rica en nutrientes y baja en azúcares y alimentos procesados que aceleran la inflamación celular y el envejecimiento prematuro. Además, la dieta debe ajustarse al gasto calórico de cada persona según sus necesidades y sus actividades.

– Ejercicio físico regular. El sedentarismo causa muchas enfermedades aumenta el riesgo de envejecimiento prematuro.

– Evitar el estrés acumulado (el estrés es la principal causa de oxidación celular).

– Complementar con terapias hormonales naturales que se van perdiendo con la edad, como los estrógenos o la testosterona.

– Suplementación nutricional con nutrientes esenciales que la dieta puede no aportar, sobre todo al envejecer, como el calcio, la vitamina D, etc.

– Ingesta de suplementos dietéticos que contienen sustancias que nos ayudan a retrasar el envejecimiento, como el resveratrol, la curcumina, la creatina, la glicina, la glucosamina, la quercetina, etc.

– Dormir entre 7 y 8 horas diarias.

– Evitar el tabaco y moderar el alcohol.

– Minimizar el impacto negativo de la contaminación ambiental.

– Usar cremas de protección solar.

– Tener una actitud positiva en la vida, ser amable y empático y tener un propósito de vida.

Fuente: Physical activity and telomere length in U.S. men and women: An NHANES investigation. Larry A.Tucker. Preventive Medicine. Volume 100, July 2017, Pages 145-151.

Redacción: Irene García, Directora de contenidos de Actiage