Nadar entre tiburones

Pedro Cereceda

02/06/2022

pedro

Es curioso esto de ser un “Senior” y nadar entre tiburones. Echando la vista atrás, tengo la sensación de haber estado surfeando una y otra vez en las mismas olas rodeado de tiburones de las que sorprendentemente he salido ileso, bueno, quizás no del todo, pero si bastante bien parado para lo que podía haber sido.

Sin embargo, de vez en cuando me veo en la necesidad casi obligatoria de tener que demostrar que ni estoy obsoleto ni en fase de extinción, ya que por algún misterio insondable, determinados estamentos o las nuevas formas sociales te consideran incapaz de entender como funcionan los nuevos retos que se nos plantean y cuanto menos curioso es esto último, puesto que muchos de esos retos que hoy son auténticas innovaciones han sido creados basándose en los esfuerzos y el ingenio de muchos de nosotros, los de la generación de los años 60 y 70.

En el fondo, todos los que pertenecemos a esta generación denominada “Baby Boomer” (odio este término con todo mi ser) crecimos poniendo parches a nuestras bicicletas, arreglando nuestros balones, peleando con los mayores para defender nuestro pequeño espacio frente a un futbolín en los recreativos y por si esto fuese poco además intentábamos entender aquel maldito Sinclair ZX Spectrum y así poder imitar a Matthew Broderick en la peli “Juegos de guerra”. Ahora entiendo por qué me gusta tanto Stranger Things.

Al final, lo que hemos hecho casi todos los de mi generación ha sido evolucionar y adaptarnos durante todos estos años y eso nos ha enseñado a ser fuertes cuando es necesario, rápidos cuando se han de tomar decisiones, flexibles a la hora de adaptarnos y sobre todo valientes … Muy valientes.

Tanto es así que muchos de nosotros tomamos el camino del emprendimiento, eso que ahora llaman “startup” y esta tan de moda.

No es nuevo para nosotros crear nuestras empresas o pequeños negocios que con mayor o menor fortuna gestionamos, algunos siguen en marcha, otros como es mi caso y después de 13 años decidimos que era hora de buscar otras olas … Pero que no se nos olvide seguimos entre tiburones.

No hay otra opción, ellos siempre van a estar ahí. Sin embargo, se les ve venir en la mayoría de las ocasiones o al menos se les intuye, lo único que se ha de hacer es tener un plan establecido y evitar en la mediada de lo posible sus dentelladas y seguir remando.

No puedes dejar de intentar coger tu ola solo por los tiburones, has de aprender a sortearlos, es más, en ocasiones es hasta divertido verlos acercarse a ti con las fauces abiertas de par en par intentando pillar algo.

En más de una ocasión te llevas el mordisco, es parte del proceso, pero has de seguir; así pues, no te rindas y a seguir remando, que es lo que mejor sabemos hacer: nadar entre tiburones.

Crecimos poniendo parches a nuestras bicicletas, arreglando nuestros balones, peleando con los mayores para defender nuestro pequeño espacio frente a un futbolín… aprendimos a nadar entre tiburones.