Los 50plus barcelonistas que lo vieran se acordarán bien. Este año se cumplen 50 de la Liga que ganó el F.C. Barcelona en la temporada 73-74, conocida como la Liga de Cruyff. El astro holandés había fichado por el club azulgrana en agosto de 1973, después de una larga negociación y por la entonces desorbitante cifra de 65 millones de pesetas.

Tras ganar tres Copas de Europa consecutivas con el Ajax de Amsterdam y con dos balones de Oro ya en su haber, se le consideraba la gran estrella del fútbol mundial, junto a Franz Beckenbauer y un Pelé ya cerca de la retirada. Se trataba del fichaje más caro de la historia del fútbol español y a la cifra de la operación había que sumar los nada módicos emolumentos del jugador.

Pero Johan Cruyff no debutó con el Barça hasta la octava jornada de aquella liga, el 28 de octubre contra el Granada. Por entonces, el equipo viajaba en mitad de la tabla. A partir de ahí, subieron como la espuma, no perdieron un partido y asaltaron el liderato para proclamarse matemáticamente campeones el 7 de abril de 1974, con varias jornadas todavía por jugarse. Hacía 14 años que no la ganaban.

Pero quizás, más aún que el título liguero, se recuerda el 0-5 al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Aquel domingo por la noche, junto a jugadores como Asensi, Rexach o el Cholo Sotil, los azulgrana, liderados por el holandés, ofrecieron un recital y asestaron un correctivo inolvidable al eterno rival. Y lo vio toda España, ya que aquel clásico fue televisado, algo no tan habitual por aquella época.

Terminada la temporada española, Cruyff disputó con la selección de Países Bajos el Mundial de Alemania’74. Aquella llamada naranja mecánica deslumbró al mundo del fútbol con su juego colectivo, dinámico y de once para defender, once para atacar. Sólo sucumbieron en la final ante la anfitriona del Kaiser Beckenbauer. A finales de 1974, Johan recibió su tercer Balón de Oro.

Después, en los cinco años que vistió la camiseta del Barcelona, el equipo no consiguió más títulos que la Copa del Rey de 1978, justo la última competición que jugó antes de marcharse a Estados Unidos. Pero los aficionados culés que le vieron en el Camp Nou recuerdan que “Cruyff nos hizo volar”. Años después, como entrenador, ya se lo dio todo.