Claro que los 50plus tenemos mucho que correr. Sólo deberemos tener en cuenta algunos detalles. ¿Llevas ya años corriendo? Entonces sigue, únicamente deberás calmar ciertas expectativas y adaptar algunos cambios que nos vienen con la edad. ¿No has corrido en tu vida? Bien, nada te impide empezar ahora y nunca es tarde, pero valora si te merece la pena dedicarte a este en vez de otros ejercicios menos agresivos.
Correr es más exigente en sí mismo que andar, rodar en bicicleta o cualquier ejercicio aeróbico de los que podemos practicar en un gimnasio (elíptica, step, crossrump…). Además, tiene otra particularidad: los impactos contra el suelo, que pueden y de hecho terminan afectando a nuestras articulaciones. Los que llevamos mucho tiempo corriendo, en algún momento empezamos a notar el efecto de los millones de impactos que hemos ido sumando, por mucho que las zapatillas dispongan de cámaras de aire o geles que aseguren limitarlos, nunca evitarlos.
Este artículo en carreraspopulares.com nos ofrece muy buenos consejos y pautas para los que le damos al running a partir de los 50. Ya nos avisa de que los que empiecen deberían someterse a una revisión médica. Y para los iniciados, también nos recuerda que ya no somos unos chavales, que el tiempo de pretender emular a Fermín Cacho o Martín Fiz ya pasó. Y sin embargo, tenemos todavía mucho que dar y disfrutar.
Sí añadir que, con la edad, tendemos a perder velocidad, explosividad… y a cambio ganamos en resiliencia, en fortaleza mental, lo que nos ayuda a ser más regulares y resistentes, o en todo caso, a compensar la pérdida de fondo que al final también nos llega con los años. Si nos fijamos, en un maratón popular es más frecuente ver a corredores veteranos que, por ejemplo, en carreras de 10 km como la San Silvestre.
Con esto, a partir del artículo y de la experiencia propia, podemos reunir una serie de consejos.
Para los 50plus que empiezan a correr:
- Antes de nada, someterse a una revisión médica: corazón, articulaciones…
- Dotarse de equipación adecuada. NO VALEN las primeras zapatillas que encontremos por casa.
- Empezar poco a poco, que los primeros días no dé apuro pararse a los pocos metros.
- Los progresos empezarán a notarse pronto.
- Estirar músculos y articulaciones SIEMPRE, antes y después de la carrera.
- Lo principal es que te guste, no tiene sentido sufrir.
Para los que ya llevan millas corridas:
- Ser todavía más metódicos en la rutina de estirar antes y después.
- Complementar las carreras con ejercicios para fortalecer las piernas: cuádriceps, gemelo, femoral…
- Marcarse expectativas realistas, sin dejar de plantearte retos.
- La distancia está ahora más a nuestro alcance que la velocidad.
- Pero vayas al ritmo que vayas, que siempre tu último kilómetro sea el mejor.
- Alternar el terreno que pisamos en la medida de lo posible: asfalto, tierra, hierba…
- Descansar lo suficiente entre carrera y carrera, se supone que tenemos experiencia para saber cada uno cuánto necesitamos para recuperar.
- Si siempre te gustó correr, hazlo de manera que te siga gustando.
Los que nunca han corrido dicen que es de cobardes, pero es sólo para justificarse. Los que lo practicamos habitualmente sabemos de la sensación de libertad, de la conversación sincera con tu cuerpo y de la satisfacción incomparable después de una buena carrera. Solos, en grupo o en carreras populares.