Todos hemos experimentado sentimientos de culpa a lo largo de nuestras vidas 50plus. Algunos de nosotros incluso podemos tener un amigo, pareja, familiar o amante que nos ha hecho sentir culpables con frecuencia a lo largo del tiempo.

Y lo peor, nos ha dejado amargados y emocionalmente agotados sin saber cómo gestionar la culpa.

Cómo gestionar la culpa

Con frecuencia y sin darnos cuenta, podemos generarnos un malestar tan inútil como innecesario. Se supone que a nadie le gusta ser su propio verdugo, sin embargo en gran parte de los casos acabamos siéndolo. En realidad es porque nadie nos ha enseñado a cómo gestionar la culpa.

En un estudio llevado a cabo en la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, se demostró que tras la depresión, la ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) e incluso en los trastornos de la alimentación, habita en gran parte de las ocasiones un sentimiento de culpa.

¿Qué es la culpa?

La culpa es ante todo una emoción. Es un sentimiento que experimenta la persona por algo que ha pensado, dicho o hecho. En realidad se cree responsable de cada error cometido.

Cuando sientes culpabilidad, te sientes pequeño, incapaz y poco valioso. Puede que incluso pienses que has decepcionado a los demás y a ti mismo, y poco a poco te vas aislando.

Normalmente, es ese sentimiento de culpa el que nos lleva a centrarnos en los errores cometidos y a minimizar sus logros.

Consejos para liberarse de la culpa

• • Piensa e identifica qué es lo que te hace sentir culpable.
  • Acepta que los errores forman parte de la persona, evita juzgarlo como un signo de torpeza o fracaso.
  • No te exijas más de lo que puedes dar.
  • Expresa verbalmente cómo te sientes, tu arrepentimiento ante el error cometido.
  • Si hiciste daño, pide perdón.
  • Repara el daño con acciones o palabras.
  • Sustituye la culpa por la responsabilidad.

Pero lo más importante es que todos podemos aprender a hacer frente a esa sensación de culpabilidad.