Sí, estamos en plena semana del Black Friday -así que ya debería llamarse Black Week. Pero en realidad, estamos sólo en las primeras estribaciones de una montaña rusa, que bien podríamos llamar The Black Season. Entre noviembre y enero, se suceden las citas y festividades que celebramos a golpe de compras. Para estrés de nuestros bolsillos, sí, pero para gloria y satisfacción de nuestro comercio minorista, que también se merece grandes temporadas agitadas.
En realidad, la montaña rusa ya ha empezado. El primer hito, quizás no tan sentido en España, fue el Día del Soltero, que se celebró el 11 de noviembre. Ahora nos encontramos en plena subida del Black Friday, que culmina este viernes 24, pero enseguida enlaza con el Cyber Monday, el lunes 27, dedicado a las compras de tecnología y cachivaches electrónicos.
The Black Season: bienvenidos a la montaña rusa
Con muy poco respiro, y esta sí es una cita española, entraremos en el puente de diciembre -este año son fiesta el miércoles 6 y el viernes 8. Ya sabemos que esos días las calles del centro de las ciudades se ponen imposibles, no sólo de gente de compras, sino de los que salen a ver la iluminación navideña y los que aprovechan el largo periplo festivo para hacer turismo urbano.
A partir de ahí, afrontaremos las tres grandes cumbres consumistas que siempre lo fueron por excelencia: Navidad, con el añadido de las cenas, las quedadas con amigos y la imprescindible lotería; Reyes, con las tradicionales carreras de última hora antes de la cabalgata; y Rebajas, con la presión de afanarse por conquistar las primeras y mejores ofertas.
Pero en esta montaña rusa, ¿cuándo compramos más? Una encuesta de la consultora Gfk entre 1.000 consumidores españoles nos revela que es Black Friday el período que acapara más compras. Así, el 74% de los consultados manifiesta que hará compras de productos no esenciales en esta semana. El segundo mayor hito serán las Rebajas de enero, con un 57% de intención de compra. Le siguen los días previos a Navidad (51%) y vísperas de Reyes (38%).
¿Significa esta encuesta que el Black Friday se está comiendo a navidades y reyes? Quizás no exactamente. Lo que sucede es que muchos consumidores aprovechan las promociones y descuentos de estas fechas a finales de noviembre para adelantar las compras que antes hacía en diciembre y en los cinco primeros días de enero. Y de paso, evitar las aglomeraciones y el estrés que produce dejarlo todo para última hora.
Otro fenómeno que se viene observando en el Black Friday, y que probablemente se extienda a otras campañas, es la diversificación de las ofertas. Ya no se dan únicamente en los segmentos que siempre hemos considerado de puro consumo -ropa, tecnología, libros o música…-, sino que se extiende a otros sectores como las actividades culturales -cine, teatro…-, los viajes, el transporte y hasta los productos bancarios. Volviendo al estudio de gfk, señala que, durante esta montaña rusa, el 59% de los consumidores estima que gastará más en bares y restaurantes, mientras que el 35% optará por ir más al cine y al teatro.
Lo que parece evidente es que ya no se trata de una fecha, una campaña u otra. La tendencia es que se solapen y que el comercio intente mantenernos ‘en tensión’ todo el año. De momento, estamos en Black Friday, pero realmente nos hallamos en el inicio de una gran montaña rusa… o negra, como prefiramos llamarla.
Más sobre el estudio de GfK en El País
Y más sobre la diversificación de ofertas, por Efe
El Black Friday se ha instalado entre nosotros, pero realmente no es más que el inicio fuerte de la temporada del consumo por excelencia: una verdadera montaña rusa en la que estaremos inmersos de noviembre a enero.