Ya tenemos aquí el Black Friday. El año pasado ya hablábamos AQUÍ de cómo nació y cómo nos ha llegado. Lo cierto es que se ha convertido en una fecha -o semana, en realidad- clave para las cuentas de todo el comercio minorista. Pero este año puede que sea aun más: muchos ven el Black Friday 2022 como un verdadero termómetro de la situación económica del país.

En un momento convulso para la economía, en España y en la mayoría de los países, todos los indicadores se miran con lupa. Y las previsiones se cruzan, desde las que anuncian una profunda recesión a las que hablan de un simple tropiezo que precede a una gran recuperación, en un torrente diario que roza la sobreinformación. Lo que no puede obviarse son las aves de mal agüero que sobrevuelan la economía: inflación, crisis energética, guerra en Ucrania, restricciones en China, atascos de las cadenas de suministro… y una gran incertidumbre.

Por eso se da una gran importancia a este Black Friday. Aparte de la mayor o menor previsión de ingresos para las empresas y los comercios, se supone que va a medir el grado de impacto de los citados agentes en el estado de ánimo del consumidor. Si se lanza a gastar o si decide apretarse el cinturón. Este reportaje en InfoLibre nos da algunas claves de esta inusitada expectación.

Entre las previsiones que se han formulado durante este último mes, cabe citar un estudio de Webloyalty, que señala que el gasto online en el Viernes Negro crecerá un 25% con respecto a 2021. Y que no sólo gastaremos más dinero, sino que gastará más gente. Por su parte, Infojobs detectó a principios de mes una aceleración en las ofertas de empleo, con 9.500 vacantes en comparación con las 7.800 que publicó para la campaña del año pasado.

En sentido opuesto, Randstad Research prevé que se generarán alrededor de 33.400 empleos, lo que supone un descenso del 17,3% con respecto a los 40.000 contratos de 2021. Y la Organización Empresarial de Logística y Transporte UNO estima una caída del 5,3% los envíos. En concreto, preveía hace unas semanas que se gestionarían unos 100.000 envíos en toda España, cuando el año pasado llegaron a 106 millones.

Con todo, pase lo que pasa mañana, tengamos en cuenta este estudio de Nielsen, del que se hace eco El País, sobre cómo consumimos y cómo tendemos a compaginar lo digital y lo presencial. En Black Friday… y siempre.

Mañana saldremos quizás de compras, pero no de dudas. Tendremos que esperar a que se consoliden las cifras de ventas de la campaña Black Friday y se hagan públicas. Lo que no cabe esperar es que encontremos las tiendas vacías.