Vale, sabía que La India era un mercado cinematográfico de primer orden, pero consideraba que su producción era de consumo local, con influencia en algunos de los países de sus alrededores. Pero RRR nos ha dejado sin palabras. Todos hemos oído hablar de Bollywood pero, seamos sinceros, lo mirábamos con la misma superioridad que a los países de Europa del Este cuando empezaron a concursar en Eurovisión. Humildad cero, así somos.
Sabíamos que eran películas coloristas, largas, con música y baile y actores sólo conocidos por allí. Las imaginábamos infantiles, ingenuas, ¿por qué no decirlo? probablemente algo ridículas. Sólo nos llegaban de ese inmenso país las obras bautizadas por el cine de autor en los festivales, donde la preciosa trilogía de Apú, escrita y dirigida por Satyatji Ray marcaba el zenit.
Pues bien, acaba de aparecer en Netflix, después de una excelente acogida en Estados Unidos, RRR (son las siglas de “Rise Roar Revolt”). Y ya sabéis que la curiosidad es una de mis fuentes de aprendizaje.
Comenzaré diciendo que hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien delante de una pantalla. Y eso que dura tres horas, cortas se me hicieron. La historia es simple pero sólida, va de la amistad entre dos hombres, uno ha dejado su poblado para rescatar a su hermana secuestrada por los perversos colonizadores ingleses, y el otro es un nativo que dedica todos sus esfuerzos a conseguir alcanzar un cargo relevante en el ejército británico.
La narrativa roza continuamente lo increíble en la coreografía de las luchas, en la saturación de los colores, en los escenarios magníficos y las canciones, pocas, que aparecen en algún momento. Es tan extravagante como exuberante, pero sobre todo, es la sublimación del cine espectáculo, en la mejor tradición del Hollywood clásico pero multiplicada. Es, en definitiva, una auténtica gozada. Eso sí, sin prejuicios.
Hacedme caso, complejos fuera, enchufad RRR, ponedla a todo volumen y preparaos para pasar tres horas magníficas en las que será difícil pensar en algo más. Llamadme fácil, pero a mi edad, disfrutar es prioritario.
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RRR es la sublimación del cine espectáculo, en la mejor tradición del Hollywood clásico. Complejos fuera: hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien delante de una pantalla.