Europa está perdiendo el tren de las nuevas tecnologías. La velocidad de crucero que imprimen Estados Unido y, sobre todo, Asia, con China e India como grandes motores, nos está dejando descolgados. Uno de los déficits que lastran a nuestro continente es la falta de trabajadores de perfil tecnológico.
Por eso, la Unión Europea se propone decir basta. Y ha hecho un llamamiento. Ha dicho que necesitamos contar con 20 millones de trabajadores TIC en 2030. Actualmente hay 9,8 millones, esto es, un poco menos de la mitad. Así que el desafío no es pequeño.
En España estamos peor. Aportamos 915.000 trabajadores. Para cumplir con el cupo que se nos pide para alcanzar los objetivos de la UE, ésta nos dice que deberemos formar o reciclar a un millón y medio de trabajadores. Tenemos seis años para conseguirlo.
La misión compete fundamentalmente a las empresas, a las universidades y a los centros de FP, aparte de que los gobiernos de cada país deberán implementar medidas para facilitar esa profusión de perfiles tecnológicos. Pero, y esto es lo que nos interesa, los 50plus podríamos tener un importante papel que jugar.
La cuestión es que faltan profesionales tecnológicos, faltan vocaciones, sobre todo entre las jóvenes. Pero cuando las hay, faltan profesores. En informática, pero también en matemáticas y en otras disciplinas técnicas.
Por ello, una de las posibles soluciones que los expertos valoran es aprovechar el conocimiento de cientos de profesionales que han sido prejubilados en empresas tecnológicas. Esto es, convertirlos en profesores.
Es muy difícil que alguien que está trabajando en alguna de estas empresas se preste a cambiar su puesto por la labor docente, ya que económicamente saldría perdiendo. Pero si se trata de profesionales que han tenido que dejar su puesto -en buena medida, por su edad- y sin embargo se mantienen en perfecta forma y plenamente al día en las nuevas tecnologías, su aportación puede ser esencial.
Puede, además, constituir una buena alternativa para muchos 50plus. Bien porque necesiten ingresos, bien porque deseen mantenerse activos y vigentes. Además, no siendo, desgraciadamente, el trabajo mejor pagado, sí podemos decir que la enseñanza es una de las actividades más gratificantes en lo personal.
No estaría de más, en cualquier caso, desplegar una buena campaña de captación de profesionales 50plus para esta misión. Y desde luego, incentivarlos.
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España va a necesitar formar a un millón y medio de profesionales tecnológicos en los próximos seis años. Ante la falta de profesores y formadores, los 50plus jubilados o prejubilados podrían ser una solución.