Superado el estío, sube el telón de la temporada 2021/22 de teatro, y la mayoría de los grandes espacios madrileños ya ofrecen una visión de su segunda “temporada Covid”.

En este primer avance vamos a ver algunas de las que, a mi juicio, son las obras más destacables de los principales teatros públicos madrileños a comienzos del otoño. En próximas entregas abordaremos las propuestas del resto de espacios escénicos, y después, las novedades de la cartelera barcelonesa.

Dos coproducciones que van más allá del “clásico” repertorio del Siglo de Oro destacan en el Teatro de la Comedia que dirige Lluis Homar: “Antonio y Cleopatra” de Shakespeare, con el propio Homar y Ana Belén como protagonistas, bajo la batuta del maestro Jose Carlos Plaza; y la “Numancia” de Cervantes a cargo de Ana Zamora y la compañía de teatro medieval y renacentista Nao de Amores.

Y del teatro clásico, al contemporáneo en el Centro Dramático Nacional que dirige Alfredo Sanzol. Como más vale lo bueno conocido, abre la temporada en el Valle Inclán el exitazo de crítica y público de la anterior, “El bar que se tragó a todos los españoles” (teatro para vivir más vidas). Ahí mismo, pero en la sala pequeña, se podrá ver la trilogía vasca de Borja Ortiz de Gondra que muestra el drama personal, familiar y colectivo que fue el País Vasco (teatro para entender la vida). Las producciones internacionales vuelven al CDN con las belgas “The Quest” y “La última noche del mundo”, la francesa “Fraternité” y la húngara “Imitation of Life”.

Más teatro del mundo en los Teatros del Canal, que traen algunas unas joyas europeas en esta primera parte del año: “La Gioia” de la compañía italiana Pippo Delbono, “Una historia de amor” del fenómeno del teatro francés, Alexis Michalik, y, dentro del festival de Otoño, “Transverse Orientation” del griego Dimitris Papaioannou, “Bros”, de Romeo Castellucci y “Trebante” de Angélica Liddell, a la que podemos considerar una autora internacional.