¿Pánico IA? o ¿Márketing IA?

Douglas Rushkoff (traducción Txema Arnedo)

08/08/2023

Panico IA retrato futurista abstracto generado soy50plus

Nota: Este blog es la localización de parte de un email de Douglas Rushkoff enviado el 30/5/2023. Un párrafo ha sido omitido debido a que no es correcto, estrictamente hablando, a fecha de hoy (08/08/2023), ver final del blog.

¿Pánico IA? o ¿Márketing IA?

Las recientes alarmas de los líderes (tech bross) de las grandes tecnológicas sobre la Inteligencia Artificial (IA ó AI) parecen más bien una acción coordinada para quedarse con todo el botín.

Lo siento, pero simplemente no lo estoy comprando… ¿Los mismos tipos que ni siquiera pueden transmitir online con éxito el lanzamiento de una campaña presidencial, van a crear realmente una IA capaz de apoderarse de la humanidad?… No es probable. Hay una combinación de exageración, mala voluntad, marketing y paranoia que alimenta el actual ciclo de la IA y que casi llega a camuflar cualquier crimen real contra la humanidad que pueda ser habilitado a través de estas tecnologías.

Me ha llevado tiempo identificar con claridad lo que tanto me molestaba sobre la reciente carta abierta de varios titanes y expertos de IA que pedían una moratoria de seis meses en el desarrollo de IA (básicamente pedían parar cualquier cosa más allá del estado de aprendizaje del actual líder de la industria Chat-GPT4 ). Entonces lo entendí: esencialmente están diciendo “¡Sujétadme!” Como si lo que tienen fuera tan poderoso, tan peligroso, que necesitaran que los contengamos por nuestro propio bien. Como un potencial luchador callejero que depende de que sus amigos le “frenen” para que no destroce al otro tipo, es solo una forma de fanfarronear.

Claro que existe la posibilidad de que estos sistemas de consulta basados ​​en modelos grandes  de lenguaje (LLM) algún día se conviertan en algo así como una inteligencia artificial. Pero eso no es lo que estamos viendo aquí. Hasta ahora, todo lo que tenemos son programas que unen un montón de palabras en las combinaciones sensatas más probables, basadas en todas las cadenas de palabras que han recibido previamente. No están pensando, o incluso usando lógica básica. Solo son una interfaz web fácil de usar.

Esto no es una amenaza, excepto quizás las mentes de los tech bross apocalípticos que han estado tratando a la humanidad como forraje para su propio ascenso de la realidad al éter de la riqueza obscena o la inmortalidad virtual. Saben que si la IA realmente logra la autoconsciencia, tratarán a los tech bros de la misma manera que los tech bros nos han tratado a nosotros. Piensan en las IA como el adolescente que asesina a sus padres en “The End” de Jim Morrison: “Padre, te voy a matar”. Cosechamos lo que sembramos, y los tech bros están proyectando en sus tecnologías un merecido beneficio para ellos mismos.

No, las amenazas reales son los continuos abusos perpetrados por algoritmos ya existentes que determinan sentencias de prisión, despliegues policiales, pagos de seguros de salud, elegibilidad de hipotecas… Conducen a injusticias reales como el encarcelamiento, la privación económica y la discriminación racial. También habrá pérdidas de empleos a medida que las corporaciones continúen entregando la calidad de sus productos e interacciones a la cantidad y velocidad de las alternativas generadas por máquinas. Dichas empresas simplemente masificarán sus propias ofertas y perderán dinero a largo plazo a medida que inviertan en proveedores de IA en lugar de en sus propias habilidades y competencias.

Pero las personas que hacen sonar las alarmas sobre la IA y piden que se forme un nuevo organismo regulador no están preocupadas por ninguno de estos costes humanos reales. A excepción de los tech bros psicodélicos genuinamente asustados que alucinan la subyugación de su propia progenie posthumana, me parece que los alarmistas de la IA están compitiendo cínicamente para obtener una ventaja en un panorama cada vez más competitivo. Son negocios.

Crear un modelo grande de lenguaje (LLM) no es tan difícil. Conozco algunos equipos de menos de tres personas que han creado plataformas que pueden chatear, crear personajes, renderizar pinturas, escribir guiones y más, todo usando su propio código propietario. Las empresas que crean IA están surgiendo tan rápido como lo hicieron las puntocom a finales de los 90. Al pedir una moratoria de seis meses sobre el desarrollo, los líderes actuales pueden asegurar sus posiciones. Mejor aún, al crear un organismo regulador en el que los jugadores más grandes obtengan asientos en la mesa, pueden desarrollar obstáculos legales que bloqueen efectivamente la participación de jugadores nuevos y menos capitalizados. La industria del juguete hizo esto en los años 90, cuando se reveló que algunos juguetes de Dora la Exploradora fabricados en China contenían pintura con plomo. Simplemente crearon regulaciones tan complejas y costosas que los fabricantes independientes de juguetes quebraron.

Cuantos más artículos de opinión del New York Times, charlas tipo TED y entrevistas en la televisión puedan recopilar estas partes interesadas para asustar al mundo sobre el peligro inminente de la IA, más organismos reguladores y comités podrán unirse, y más podrán legislar un futuro que favorece sus propios proyectos. Mientras tanto, la variedad de organizaciones de la industria que crean y capitalizan el pánico de la IA pueden impulsar la financiación del gobierno, el acceso a la energía, los especiales de Netflix y el estatus de gurú.

Claro que podemos obtener un valor real de una conversación honesta sobre el impacto de una futura IA en la sociedad, los trabajos, las artes y lo que significa ser humano. Pero en lugar de entrar en pánico por las máquinas pensantes, deberíamos comenzar a pensar inteligentemente sobre qué valores humanos nos gustaría que la tecnología amplifique, y luego empezar a perseguirlos, juntos.