La Real Academia lo ha registrado como Calimocho y otros defienden que el nombre original es Kalimotxo. Pero antes también lo llamaron Tincola, Rioja Libre o Cuba Libre del Pobre. Unos lo hemos probado alguna vez, otros no conciben una fiesta sin este combinado. Y están los que entienden que sólo se puede hacer con vino malo, frente a los que no tienen el menor problema en mezclar un Vega Sicilia con coca-cola.
Sea Kalimotxo o Calimotxo…
El caso es que, alta coctelería o brebaje, el kalimotxo acaba de cumplir 50 años. Fue el 12 de agosto de 1972, en las fiestas de San Nicolás del Puerto Viejo de Algorta (Getxo, Vizcaya) cuando empezó a convertirse en la popular bebida que es hoy.
Se debió a la cuadrilla Antzarrak, organizadora de los festejos, que recurrió a la mezcla para contrarrestar el mal sabor de 2.000 litros de vino que les habían vendido picado. Mezclado a partes iguales, ‘produjeron’ 4.000 litros, le encontraron el gusto y hasta ahora.
Por lo que respecta al nombre, tenemos dos versiones: una, que se debe a un amigo de la cuadrilla al que apodaban Kalimero, pero que era más bien motxo, esto es, feo; la otra, que eran dos miembros de la cuadrilla, el citado Kalimero y otro al que llamaban Mortxongo. El caso es que fórmula y nombre fueron rápidamente adoptados, se extendieron rápidamente por el País Vasco y Navarra y después ya por toda España y más allá de nuestras fronteras.
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La mezcla de vino tinto y refresco de cola ya se conocía desde los años 20, pero de forma minoritaria, y fue hace 50 años cuando el kalimotxo empezó a convertirse en la bebida que hoy se conoce en todo el mundo. Lo que no sabíamos es que después Coca-Cola registró el nombre.