El consultor de salud y rendimiento Richard Sutton ofrece asesoramiento con base científica y un informe completo sobre el estrés: qué es, qué lo causa, cuáles son sus efectos y cómo se puede administrar. Sutton defiende que el estrés también puede mejorar el desarrollo personal y el crecimiento. Como preparador físico y experto en rendimiento, Sutton ha trabajado con atletas de la máxima categoría y algunos de los artistas más estresados ​​del mundo. Sutton describe un “modelo de resiliencia” que puedes implementar. GetAbstract y soy50plus recomiendan su visión tranquilizadora y útil sobre uno de los mayores desafíos vitales para casi cualquier persona.

Ideas clave

• • El estrés es bueno y malo. Un poco de estrés puede ayudar a las personas a crecer. Mucho estrés puede arruinar a las personas.
  • Los atletas de élite se enfrentan un estrés constante, pero no dejan que éste gobierne sus vidas.
  • Las vidas de los atletas de élite nos muestran cuatro pasos que puedes tomar para lidiar con el estrés.
  • Paso 1: Desarrolla una mentalidad y una actitud informadas sobre el estrés.
  • Paso 2: Modifica tu comportamiento para aumentar el nivel de oxitocina en su cuerpo.
  • Paso 3: El nervio vago es como un interruptor que apaga el estrés. Actívalo con yoga y otras prácticas.
  • Paso 4: El programa adecuado de manejo del estrés estimula las hormonas que reducen el estrés.
  • Para gestionar el estrés, implementa un “modelo de resiliencia” y conviértete en el director ejecutivo de tu salud mental y bienestar físico.

El estrés es bueno y malo.

El estrés, que es omnipresente, puede ser tanto bueno como malo. Un poco de estrés en el momento adecuado puede servir como el impulso, forzado pero necesario, que genera crecimiento y éxito – y en tiempos prehistóricos, lucha o huida.

En gran medida es imposible evitar circunstancias estresantes. El estrés puede provocar numerosos efectos negativos y desafíos potencialmente debilitantes para tu bienestar físico y mental. Grandes dosis de estrés continuo pueden destruir o acortar vidas.

El estrés crónico puede causar miedo, aumento de la presión arterial, problemas con el ritmo cardíaco, dolores de cabeza/migraña, sudoración, piel envejecida prematuramente, problemas sexuales, problemas digestivos, pérdida de audición/zumbidos en los oídos, función renal reducida, micción más frecuente, insomnio y otros efectos negativos, como la reducción en tu impulso para lograr tus objetivos.

Las personas que sufren estrés crónico tienen una fuerte susceptibilidad a los resfriados y la gripe. Su apetito a menudo aumenta lo que lleva a un aumento de peso.  Las personas estresadas pueden experimentar ataques de pánico o ansiedad o un trastorno obsesivo-compulsivo.

El estrés intenso socava su capacidad de aprendizaje. A las personas que sufren de estrés continuo puede resultarles difícil concentrarse y prestar atención.

El estrés causa estragos en las emociones y puede dañar el ADN. Este daño acelera el envejecimiento y reduce la resistencia a las enfermedades. El estrés crónico afecta a los niños así como a los adultos.

Para gestionar el estrés, implementa un “modelo de resiliencia”

Un programa de resiliencia sólido reducirá tu nivel general de estrés, pero requiere implementación, cambios en el estilo de vida y desarrollo de hábitos saludables. Los pasos que debes seguir – según los resultados de investigaciones exhaustivas – incluye conectarse con otras personas, hacer ejercicio con regularidad, comer una dieta saludable y más.

Estos ajustes incluyen la toma de vitaminas y suplementos nutricionales. – “nutracéuticos”–, además de pasar suficiente tiempo al sol y al aire libre.

Incorpora tantos de estos elementos y acciones como sea posible en tu vida, ya que para combatir el estrés, estos cambios en el estilo de vida deben convertirse en una parte natural y sostenida de tu rutina diaria.

Sin embargo, ten en cuenta que nunca debes realizar cambios importantes en tu vida que te hagan sentir incómodo. Realiza cambios que se adapten bien a tu estilo de vida. Selecciona actividades y otros cambios que sabes que puedas hacer y sostener diariamente, por lo que sus efectos duraderos desviarán los aspectos negativos del estrés.

Adopta un plan de largo alcance para hacer estos cambios en u rutina: comienza lentamente, con solo un par de cambios, nuevas actividades o adiciones. Una vez que hayas asumido con éxito estos ajustes en un hábito real, introduce más cambios… día a día y semana a semana.

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