Estamos en plenos Juegos Olímpicos de París, contando las medallas, lamentando las que se escapan y, sobre todo, disfrutando de los mejores deportistas y equipos del mundo. Mirando más allá, podemos decir que estamos ante un evento que no tiene edad. Los Juegos los hemos seguido y nos han entusiasmado de niños, de adolescentes, de adultos…

Y todos nos han dejado algo en la memoria. Los que somos 50plus tenemos, claro, una perspectiva mayor, porque hemos visto más. Pero no necesariamente son los de hace más tiempo los que mejor recuerdo nos han dejado. Depende de cada uno.

A continuación, vamos a refrescar la memoria con algunos apuntes de los que hemos alcanzado a ver. Y que cada uno elija, por cualquier motivo -deportivo, vital, sentimental…-, cuáles fueron sus Juegos Olímpicos. Lo haremos en dos partes, porque son ya muchos. Y empezamos con estos:

Múnich 72. La gran hazaña fueron las siete medallas del nadador estadounidense Mark Spitz. La tragedia, el atentado terrorista que tiñó la fiesta de sangre. Esos Juegos vieron la primera derrota de Estados Unidos en la final de baloncesto. En el estadio, la pujanza de los corredores africanos. Y a Mariano Haro, heroico y al final cuarto. Ganamos dos medallas de bronce, pero una nos la quitaron por doping y nos quedamos con una en boxeo.

Montreal 76. Fueron los de Nadia Comaneci, reina absoluta de la gimnasia con 14 años y el primer 10 de la historia. Pero también los del boicot de los países africanos por el apartheid en Sudáfrica. En atletismo, el finlandés Lasse Viren reeditó su doble reinado en las pruebas de 5.000 y 10.000. España logró dos medallas de plata, aunque una de ellas, la de piragüismo, supo a derrota porque éramos los favoritos.

Moscú 80. Estuvieron marcados por el boicot de Estados Unidos, secundado por países como Alemania Federal, Australia o Canadá. El ruso Vladimir Salnikov reinó en la piscina, y en atletismo la gran atención estuvo en los duelos entre los británicos Sebastian Coe y Steve Ovett en 800 y 1500, saldados con reparto de oros. La menor competencia permitió a España sumar seis medallas, con la muy meritoria plata de Jordi Llopart en marcha.

Los Ángeles 84. El boicot fue esta vez de la Unión Soviética y la mayoría de los países del este de Europa. Cómo no recordar a Carl Lewis igualando los cuatro oros de Jesse Owens en Berlín. O a aquel equipo universitario estadounidense de baloncesto con Jordan, Ewing y compañía. En la final batieron sin remisión a la España de Corbalán, Epi y Martín, y esa plata se sumó a otras cuatro medallas de nuestra delegación, con especial mención a Abascal y su bronce en los 1500.

Seúl 88. Estos los vimos por las mañanas. Mientras el atletismo se vio marcado por el escándalo del positivo de Ben Johnson, la natación tuvo como reyes al estadounidense Matt Biondi y a la alemana oriental Kristin Otto, en la última participación de este país en unos Juegos. También la Unión Soviética competía por ultima vez bajo esta denominación, y dominó la gimnasia, con Artemov y Shushunova, y ganó en baloncesto con Sabonis como gran figura. España, sin boicot esta vez por medio, se conformó con cuatro medallas.

Barcelona 92. Cómo no recordarlos. Para muchos, serán los mejores de nuestras vidas. Por lo sentimental, por lo bonitos y bien organizados que nos quedaron, pero además porque nuestra participación subió definitivamente de nivel: 22 medallas, 13 de ellas de oro, con el de Fermín Cacho en 1500 como momento estelar sin desmerecer, claro, todos los demás. Por lo demás, fueron los juegos del dream team, el mejor equipo de baloncesto jamás visto. Y como el mapa de Europa estaba cambiando, vio a nuevos países en liza como Lituania, Letonia, Estonia, Croacia, Eslovenia…

Atlanta 96. Comparados con los de Barcelona, estos parecieron algo pobretones, y no porque lo digamos nosotros. Si hubo un rey estuvo en la pista, con el portentoso Michael Johnson, que con su peculiar silueta de dibujo animado reinó en los 200 y 400. También asistimos a la despedida de Carl Lewis con un nuevo oro en longitud. España consiguió mantener el nivel y llegó a las 17 medallas, con algunas muy recordadas como la de Miguel Induráin o la increíble victoria del equipo femenino de gimnasia rítmica.