¿Alguien no sabe quién es Björn Borg?

Enrique de Pablo

27/06/2024

Los 55plus somos y seremos más. Soy50plus

El tenis nos ha dado grandes momentos estos últimos años, pero también tenemos derecho a ser nostálgicos. Björn Borg tiene 68 años, luego hace ya tiempo que es 50plus. Pero de lo que se cumplen 50 años es de su primer título de grand slam. El 6 de junio de 1974 ganaba la final de Roland Garros a nuestro Manuel Orantes. Ese día cumplía 18 años. Se convertía en el más joven ganador del torneo y de un grande. Dos años después sería también el más bisoño en ganar Wimbledon.

Es que Borg fue precoz en todo, también en su vida. Con 15 años, aun sin ser profesional, debutó con el equipo sueco de Copa Davis. Tres años después lo haría campeón, la primera vez que la ensaladera no se la llevaban Estados Unidos, Australia, Francia o Gran Bretaña, países que llevaban un siglo dominando el tenis.

En total, ganó 11 títulos de grand slam. Claro, no parecen tantos si hoy los comparamos con los registros estratosféricos que han dejado Federer, Nadal y Djokovic, que han superado los 20 títulos. Pero hay que tener en cuenta varios detalles: uno, que apenas jugó el Open de Australia, ya que por entonces el torneo aussie vivía épocas bajas. Que no pudo ganar el US Open, entre otras cosas, porque entonces los americanos hacían de ese torneo su fortín. Y lo más importante, que esos once títulos los había ganado todos con 24 años. A los 25 se retiró de hecho y a los 26, oficialmente.

Así, para algunos sigue siendo el mejor tenista de todos los tiempos. Porque cambió este deporte. Posiblemente fue el primer gran ídolo de masas con una raqueta, y con su melena, su cinta y su planta, se ganó el título de sex-symbol. Pero, sobre todo, innovó con su juego. Introdujo el revés a dos manos, del que fue precursor junto a Jimmy Connors, cautivó por su juego de fondo, sus passings increíbles… Además, fue el primer hombre-anuncio, que llevaba en su indumentaria las marcas de sus patrocinadores. Algo completamente normal ahora, pero que entonces prácticamente no existía.

Aunque empezó siendo un jugador de fondo de pista y peloteos largos, amparado en la potencia y precisión de sus golpes y en su poderío físico, fue mejorando su servicio y sus golpes de ataque hasta conquistar la hierba de Wimbledon, donde se jugaba subiendo a la red. En Londres reinó cinco años consecutivos, récord sólo igualado por Roger Federer. Títulos que sumó a sus seis en París, marca pulverizada después por Rafa Nadal. Pero, ya digo, Borg apenas estuvo nueve años en activo.

Dice mucho que sumara tres llamados Channel Slam, esto es, ganar el mismo año, en apenas un mes, Roland Garros y Wimbledon, considerados los dos grandes más antitéticos por el tipo de superficie y el estilo de juego que impone cada uno. Para hacernos una idea de lo difícil que es, Björn lo consiguió por última vez en 1980, y no fue hasta 2008 cuando lo hizo Nadal, que lo repetiría en 2010. En 2009, Federer; y en 2021, Novak Djokovic. Nadie más en la era moderna.

Y posiblemente, lo más grande es que su legado sigue vigente 50 años después. Más fuerte, más rápido y preciso, pero el tenis sigue teniendo mucho de lo que él dejó. Además del revés a dos manos, que hoy lo practican el 99% de los tenistas, hoy vemos a menudo esos golpes liftados que tanto ha practicado nuestro Rafa o los passings al resto. Y una de sus grandes virtudes fue su sangre fría, su temple en los momentos decisivos. De ahí que le asignaran el apodo de Iceborg, asociando su nombre a los inmensos bloques de hielo. Por lo demás, vean hoy la nómina de grandes marcas que patrocinan a jugadores y torneos.

Su vida después de retirado fue algo tortuosa, sobre todo en temas de amor y dinero. Pero el recuerdo y su carisma son imborrables. Para nuestros ojos quedan las finales de Wimbledon que disputó con John McEnroe en 1980 y 1981, ambas entre los mejores partidos de la historia. Queda su impronta, hierática y majestuosa. Y queda su nombre. Hasta para los que no le vieron jugar, ¿quién no sabe quién es Björn Borg?

Björn Borg fue más que uno de los mejores tenistas de la historia. Fue el primer ídolo de masas en este deporte, lo cambió y lo proyectó hacia la dimensión universal que tiene actualmente. Mucho de lo que hoy vemos y admiramos en las pistas vino con él.