El celebrado y ya para siempre recordado Javier Marías fue también un gran aficionado al fútbol, al que dedicó abundantes artículos. Y como tal, expresó con la mordacidad que le caracterizaba su desazón -cuando no su irritación- con ciertas costumbres y usos que se han instalado en este deporte. Y es cierto a muchos 50plus no nos gustan esas actitudes de futbolistas, es el futbol que nos irrita a las 50plus. Y es que hay arbitros y clubs que de lunes a domingo, en Liga o en Champions League, nos toca presenciar actitudes que chirrían en todos los campos. Vamos a mencionar algunas:
El Futbol que nos irrita
- Segunda equipación. En esto, Marías era despiadado. Porque es cierto que las vestimentas ‘suplentes’ se usaron siempre para evitar las coincidencias de colores entre equipos. Pero tenían que ser también reconocibles: el Real Madrid de azul (o morado), el Sevilla de rojo, el Betis de verde… Hoy se impone el marketing, respetable pero no siempre acertado, y vemos a tantos equipos con indumentarias que ni les identifican y ni siquiera les sientan bien. Pero la cuestión es que las camisetas se vendan.
- Celebraciones. Hay ya demasiados futbolistas que no se conforman con celebrar un gol y que, a fuerza de pretender ser originales, hacen el ridículo, cuando no abochornan, provocan o producen vergüenza ajena.
- La mano en la boca. Ya se sabe que hoy las cámaras y los micrófonos lo captan todo, pero de verdad que queda feísimo y antinatural ver a personas hablar con la mano puesta en la boca cuando tienen que decirse algo.
- Los árbitros cuando cortan una jugada. Es un accidente y ya está, nunca hubo por qué parar el juego porque el balón haya chocado con el árbitro, como puede dar en el poste…
- Los tumbados en la barrera. Para que el balón no les pase bajo los pies cuando el contrario va a lanzar una falta. Además de humillante para el jugador al que le toca colocarse en posición horizontal, es que hace daño a la vista.
- Pedir perdón a la afición. Esto es un juego, se gana y se pierde. Y si un equipo lo ha dado todo en el campo y al final ha perdido, no hay perdón que pedir. Además, no van a arreglar nada y, con una afición cabreada, puede ser hasta peor.
- Minutos de silencio. Son para guardarlos en ocasiones señaladas, pero con todo el respeto, no pueden ser, como son hoy, un ceremonial repetido cada vez que va a empezar un partido de fútbol.
- ¿Asistencia? Eso ya lo reivindicó hace tiempo Luis Aragonés. Esto no es baloncesto, y en fútbol lo que se dan son pases. Si el que lo recibe marca, es un pase de gol.
- No celebrar los goles a su ex equipo. Vale que un futbolista que ha hecho una gran carrera en un club y le marque un gol con su nuevo equipo, no lo quiera celebrar. Pero es que ahora hay jugadores que cambian de club cada año, luego es difícil que sientan los colores de todos. Aparte de que, a este paso, vamos a llegar a que se celebren la mitad de los goles.
- Detener el juego por cualquier incidente en la grada. Esto es nuevo, pero empieza a repetirse cada jornada. De acuerdo con que, si sucede algo grave entre el público, el árbitro pare el juego el tiempo que sea necesario. Pero hay que saber calibrarlo. Porque es muy difícil que, con decenas de miles de personas abarrotando un estadio, a alguien no le pase algo. Y no podemos estar parando los partidos y además creando alarma por un mareo o un coscorrón.
Y podríamos enumerar más, a lo mejor como para dedicarle otro capítulo. Es más, posiblemente no nos irriten sólo a los 50plus…
El fútbol ha evolucionado, a unos 50plus les gustará más el de antes y a otros el de ahora. Pero hay comportamientos y actitudes que no tienen nada de modernos, más bien algunos son muy primitivos. Y simplemente, hacen este deporte más feo y el espectáculo más soez.