Enero podría ser denominado el mes mundial del ejercicio físico y las buenas costumbres. Porque, efectivamente, es aquel en el que más nos aplicamos a hacer trabajar a nuestro cuerpo. En parte porque es uno de los propósitos de año nuevo más clásicos; y en parte porque nos invade cierto remordimiento tras los excesos navideños. Cierto que, a menudo, ese impulso no llega más que hasta febrero.

Pero ahora no es momento de pensar eso. Nos estamos apuntando al gimnasio o a cualquier centro de actividades específicas –kick boxing, crossfit, pilates, etc…- o simplemente nos hemos prometido volver (o empezar) a correr o a jugar los sábados al pádel o a nuevas modalidades como el pickleball. Ya que hemos decidido ponernos en movimiento, no nos arrepintamos antes de tiempo.

Como otro de los tópicos de comienzos de año son las previsiones y los análisis de tendencias en cualquier ámbito, aquí vamos a unir los dos. Por ejemplo, tengamos en cuenta las recomendaciones del American College of Sports Medicine, que cada año formula las 10 tendencias que van a determinar la actividad física. Estas son las de 2024:

1. Los wearables (o dispositivos portátiles que llevamos puestos). No es novedad usar el cronómetro en los entrenamientos, y cada vez lo son menos los gps, pulsómetros… Pero además tenemos dispositivos todavía más sofisticados, que son capaces de monitorizar todos los parámetros relacionados con la actividad física, nuestro rendimiento y nuestra salud.
2. Promoción da la salud en el trabajo. Esta aparece por primera vez en el ranking. No está mal, ya que se pasan tantas horas en la oficina, que las empresas faciliten al menos que sus empleados hagan ejercicio y mejoren su estado de forma y su salud. Al fin y al cabo, la propia empresa se beneficiará también de ello.
3. Programas de actividad física para los mayores. Ojo, esta tendencia gana posiciones en el ranking. Fue la novena en 2021, la cuarta en 2023 y ahora la tercera. Cada vez tiene todo el mundo más claro que el ejercicio es necesario para los 50plus, pero también que éstos no son meros invitados, sino protagonistas en cualquier escenario relacionado con el deporte y la preparación física.
4. Ejercicio y pérdida de peso. Esta es un clásico y un must para toda la población. Sin una dieta adecuada, hacer ejercicio servirá apenas para algo más que para cansarnos y tener la conciencia más tranquila.
5. Profesionales fitness más preparados y mejor pagados. No cualquiera sirve para ser profesor o monitor, pero está claro que ese trabajo hay que pagarlo como corresponde.
6. Contratar a profesionales certificados. Del mismo modo, hay que fomentar que esos profesionales se formen y certifiquen para que sean una garantía y evitar el intrusismo.
7. Apps de entrenamiento móvil. Si los wearables son el soporte, dentro pueden llevar un sinfín de aplicaciones para programar el ejercicio, monitorizarlo y hasta para jugar y competir con otros colegas o compañeros.
8. Ejercicios para la salud mental. Otra que entra en el ranking por primera vez. Mens sana in corpore sano no es sólo un latinajo. En el deporte profesional cada vez tienen más visibilidad los asuntos relacionados con la salud mental, y tenemos los ejemplos de Simone Biles o Ricky Rubio. Está claro que el ejercicio físico es uno de los principales valedores de la salud mental, pero siempre que lo enfoquemos adecuadamente.
9. Desarrollo atlético desde jóvenes. Parece obvio, pero a veces se olvida. El deporte en sí es uno de los mejores educadores, no sólo para el desarrollo físico sino para luego desenvolverse en la vida. Y aparte de lo que programen los colegios, también los padres pueden invitar a sus hijos a dejar un rato el móvil y darse unas carreritas por el parque.
10. Entrenamiento personal. El primero que tiene que convencerse de lo saludable de hacer ejercicio es uno mismo, pero un buen mentor siempre será bienvenido. Puede ser un amigo con conocimiento, y si nos podemos pagar un entrenador personal, perfecto.

Estas son diez tendencias, pero podrían valer otras. En realidad, no hace falta acudir a una entidad tan insigne como el American College, aunque sus predicciones se agradecen. Cualquier experto o entrenador puede darnos unas pautas. Y al final, lo que más posibilidades tendrá de no fallar es dedicarnos al ejercicio o deporte que más nos guste y a la forma de practicarlo que más nos satisfaga. Porque si se trata de mover el cuerpo y mantenerlo activo, todo suma.