El ejercicio físico, y no digamos el fitness, también se guía por sus tendencias. Un día, hace mucho, se puso de moda correr; luego el aerobic o hace unos años el spinning. Una de las que hace furor ahora es el CrossFit. Pero ¿qué es, para qué sirve y quién lo puede hacer?
Imaginemos que un día decides hacer limpieza y reordenar el cuarto de estar. Mueve el mueble por aquí, echa el sillón para allá, arrastra la alfombra, abre cajones y saca las cosas, el televisor levántalo y llévalo al dormitorio, luego lo traes otra vez y lo colocas encima de la mesita, ya de paso súbete a sacarle el polvo a la lámpara. Claro, terminas la jornada baldado. Bueno, pues algo de eso es el CrossFit.
Solo que programado y bien dirigido, usando instalaciones y herramientas de gimnasio. Wikipedia lo define como un método de entrenamiento basado en ejercicios constantemente variados y peso con barra, con movimientos funcionales ejecutados a alta intensidad. Nos dice que está basado en los ejercicios de cuerpos militares, policiales y de bomberos. Y recalca que se trata de una marca registrada en la Unión Europea, propiedad de CrossFit Inc.
De hecho, fue un norteamericano quien lo inventó y registró en los años 90, y su propuesta era un entrenamiento de gran intensidad, que produzca en menos tiempo los resultados que se obtendrían con sesiones regulares de gimnasio. Así, se nutre de ejercicios de fuerza, resistencia, movilidad y flexibilidad, y combina movimientos que van desde levantar pesas hasta correr y saltar, con otros ejercicios gimnásticos. Siempre con un monitor que guíe las sesiones.
Se nos dice que en una hora de CrossFit se pierden entre 500 y 1.000 calorías, aunque esto siempre depende de la persona y, por ejemplo, los hombres consumen más calorías que las mujeres. Es evidente que mejora la resistencia cardiovascular, la fuerza y la resistencia muscular, así como la flexibilidad y la agilidad. Claro, también tiene efectos positivos sobre la obesidad, la diabetes o la hipertensión, al tiempo que es un buen aliado contra el estrés y la ansiedad.
Pero también debemos manejar las expectativas. No todos somos iguales ni tenemos la misma condición física, luego, según los casos, puede que, en vez de una hora, nos sea suficiente con media hora o incluso quince minutos. Todos los días, tres o uno a la semana. Y recordar siempre que el ejercicio físico, más exigente o más suave, siempre será mucho más beneficioso -y notorio- si va complementado con una dieta saludable y equilibrada.
Por lo tanto, el CrossFit puede ser una práctica válida para cualquiera y para todas las edades, siempre que lo hagamos en función de nuestras posibilidades. Por eso es muy importante ponerse en manos de un entrenador experto y especializado. Además, otra ventaja de las clases es la satisfacción de hacer equipo, disfrutar y a veces sufrir juntos.
Aquí algunas recomendaciones de gimnasios de CrossFit en Madrid. Pero a quien quiera recomendarnos otros gimnasios en toda España, se lo agradeceremos.
Y esta puede ser una buena guía para iniciarnos en la disciplina.
Inspirado en el entrenamiento militar, el CrossFit combina y concentra en 30 o 60 minutos ejercicios de fuerza, resistencia y movilidad de alta intensidad. Es la gran tendencia hoy, pero el secreto, como siempre, está en hacerlo con sentido común y bien dirigido.