‘Convertir la longevidad en un activo’ es el título del editorial que publica El País esta semana. Partiendo de los estudios que confirman que las sociedades son cada vez más mayores y que España superará en 2040 a Japón como el país más longevo, concluye que debemos verlo desde una perspectiva, ante todo: el aumento de la esperanza de vida ‘es un gran logro vinculado al progreso social y económico’.
A partir de esa visión positiva, que contradice la de quienes observan la cuestión con recelo o pretenden reflejarlo como un problema, el editorial propone una serie de supuestos para que, efectivamente, las sociedades se beneficien de su gente mayor y ésta se vea respondida por la sociedad. A saber:
- La jubilación debe ser un derecho, no una obligación. Quien quiera prolongar su vida laboral porque quiere y se siente en condiciones, debe encontrar facilidades para hacerlo. Por el contrario, las prejubilaciones forzosas condenan a mucha gente que, simple y llanamente, no tiene ganas de retirarse.
- Se debe promover la vejez -o madurez- activa. Esto dependerá mucho de nosotros, pero será fundamental reforzar el sistema sanitario, en especial la Atención Primaria.
- Y teniendo en cuenta que el fenómeno de la longevidad es común a todos los países de Europa, no deberían caer en saco roto las recomendaciones de la Unión Europea, que sugiere aplicar políticas estructurales en cuatro vías: conciliación familiar, juventud, personas mayores e inmigración legal.
Como estamos muy de acuerdo con lo expuesto por El País, nos hacemos eco del editorial para que tenga mayor difusión entre nuestros amigos 50plus. Y, si quieren, que nos den su opinión.
Que las sociedades sean cada vez mayores es ineludible, pero deberíamos verlo como oportunidad. Lo necesario será asumirlo y establecer políticas para que la mayor longevidad de las personas, además de un logro, sea más sostenible para todos.