A estas alturas, pocos ignorarán que este viernes se celebra el Black Friday. En realidad, lo tenemos toda la semana y buena parte del mes. Pero a lo mejor conviene recordar de dónde viene. Porque a no pocos 50plus, a lo mejor, nos suena todavía algo raro.

Esta semana se celebra en Estados Unidos la semana de Acción de Gracias. El día central es el jueves, cuando se reúnen las familias a cenar, al estilo de lo que hacemos en España por Nochebuena. El viernes es puente, y la gente sale de compras, aprovechando además la cercanía de las navidades. El tráfico se vuelve insoportable, y parece ser que un día la policía de Boston dio por calificar aquel día de caos circulatorio como Viernes Negro.

Existe otra teoría, quizás más pintoresca. Ese viernes, por la mañana, las familias van al cementerio a recordar a sus queridos. Por la tarde, van de compras. Esas tiendas y grandes almacenes repletas de gente vestida de negro que arrasa los mostradores y sale con las bolsas llenas daría motivo a alguien para bautizar el día por el color y el día de la semana.

El caso es que, como ese Viernes Negro es recurrente por los años y los años, las tiendas, las marcas y todo el que tiene algo que vender, aprovecha para lanzar ofertas especiales para ese día, a fin de aprovechar aún más el tirón de ventas. Es más: se extienden durante todo el mes, y el lunes que viene es el Cyber Monday, esto es, lo mismo para compras de productos tecnológicos.

Para hacernos una idea, en España tenemos un fenómeno muy similar al Black Friday y en parecidas fechas. Es el macro puente del 6 y 8 de diciembre. Las ciudades -en especial las grandes como Madrid y Barcelona- se llenan, tanto de visitantes nacionales que vienen a pasar esos días como de los propios madrileños o barceloneses, valencianos, sevillanos… que aprovechan para salir a pasear por la ciudad, ver las luces navideñas… y todos van de compras. Ya conocemos los enormes colapsos que se producen en el centro y en las zonas comerciales por esas fechas.

Pero claro, nuestro marketing no es el norteamericano, y a nadie en España se le ocurrió lanzar acciones promocionales ni generar una marca en torno a esos días, que no caen en un día de la semana concreto, pero sí en las mismas fechas. Al contrario, hemos importado el Black Friday, como en su día Halloween y otras costumbres y tradiciones que vienen y se superponen con las nuestras -o directamente las sustituyen.

Así, en muy pocos años, hemos pasado a entregarnos con furor al Black Friday. Un estudio de Boston Consulting Group, del que se hace eco la agencia Efe en esta noticia, señala que este año planean hacer compras ese día un 22% de españoles más que en 2020. Sí, es verdad que fue un año de pandemia y restricciones, pero cuidado, a pesar de ello, fueron el 68% los que aprovecharon las ofertas, y este 2021 seremos el 83%. Junto a los italianos y los estadounidenses -faltaría más-, somos los que más conocemos el Black Friday.

¿Terminaremos importando también el día y la cena de Acción de Gracias?