De nuevo la misma historia

Santiago Quiroga

10/01/2025

El camino vasco de Fernando Aramburu se refleja en Patria, una novela ambientada en una localidad y el entorno de  ETA. Publicaciones de soy50plus

La palabra inglesa es remake; la española, versión. Algo que a menudo vemos en cine: nuevas versiones de historias que ya conocemos y ya nos han contado.

Algunos dicen que son fruto de la falta de imaginación y de la necesidad de lanzar continuamente productos al mercado; otros, que se trata de autores enamorados de una obra ante la que quieren dar su particular visión. Las hay respetuosas, profanas, malas y buenas. Pero las pobres siempre parten con un déficit: vamos a compararlas con sensaciones que están en el recuerdo, y carecerán del beneficio de la sorpresa.

Comento tres que sin duda merecen la pena:

La más clásica. El West Side Story de Steven Spielberg, una historia de amor que el director resuelve con una versión magnífica que, sin aportar mucho nuevo, se acerca a un público joven poco dado a revisar las películas de las que le hablan sus abuelos.

La más extraña. Free Country, un remake de La Isla Mínima, la historia que Alberto Rodriguez nos había contado sólo cinco años antes y en la que un director alemán traslada la situación producida con la llegada de la democracia en nuestro país a la caída del muro en el suyo. El resultado es excelente e igual de oscuro.

La más reciente. Nosferatu, donde Robert Eggers, el nuevo ídolo del cine de terror inteligente, consigue volver al universo de Bram Stoker de la mano de la cinta de Murnau de 1922, y crear un cuento de terror gótico perfecto, con la textura de un clásico. Un festín estético, y de la historia hay poco que contar si conocemos el original. Apasionante (contar como anécdota que la versión de Murnau fue acusada de plagio, lógicamente, por la viuda de Stoker, quien intentó, sin éxito, que fuese retirada de los cines; ahora se considera una joya del expresionismo alemán).

A la hora de visitar una nueva versión os aconsejo evitar preguntaros si era necesaria, sencillamente id a verla si os gustó el original. No sé a vosotros, pero a mí me encanta que me vuelvan a contar aquellas historias que algún día me hicieron soñar (o temblar).

Más sobre cine AQUÍ

Hay versiones -o remakes– respetuosas, profanas, malas y buenas. Todas parten con un déficit: vamos a compararlas con la primera que vimos. Pero mi consejo no es hacernos preguntas e ir a verla si nos gustó la original.