En el libro que dio origen al género de autoayuda, el escritor y conferenciante Dale Carnegie explica en detalle su plan para obtener lo que quiere de otras personas cambiando su comportamiento. Expone los fundamentos para tratar con la gente y convertirse en un gran líder. Carnegie desarrolló estos principios a partir de ejemplos de personas persuasivas de la historia, como Abraham Lincoln, y de sus propias experiencias. Dado que Carnegie escribió su libro en 1935, muchos de sus ejemplos pueden parecer pasados ​​de moda, pero sus principios básicos son atemporales, eminentemente utilizables y presentados en un estilo personal y fácil de leer. GetAbstract y soy50plus recomiendan este clásico a todo el mundo porque hasta la fecha nadie lo ha dicho mejor que Carnegie.

Ideas clave

• • Interésate de forma genuina por otras personas.
  • No critiques, condenes o te quejes de las personas.
  • Anima a otros a hablar de sí mismos.
  • Si cometes un error, reconócelo rápidamente.
  • Antes de criticar a otra persona, habla primero de tus propios errores.
  • Elogia todas las mejoras, por pequeñas que sean, que consigan otras personas.
  • Si quiere cambiar a los demás, primero empieza por cambiarte tú mismo.
  • Sentirse importante es uno de los deseos humanos más fuertes. Haz siempre que los demás se sientan importantes y nunca socaves la importancia de nadie.
  • Recuerde los nombres de las personas. El nombre de una persona es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.
  • Expresar sus ideas de forma dramática. Use ilustraciones y talento teatral para transmitir sus ideas.

Técnicas Fundamentales para Tratar con las Personas

Para dominar el arte de ganar amigos e influir en las personas, primero aprende y practica los tres principios básicos para tratar con las personas. Recuerda constantemente la importancia de estos principios. Revísalos y considera cómo aplicarlos en tu día a día. Empléalos siempre que puedas, e incluso pídele a un amigo, a tu pareja o a un compañero de trabajo que te recuerde cuando infrinjas alguno de estos preceptos. A medida que practiques, debe revisar tu progreso y es recomendable tomar notas que muestren cuándo has utilizado cada uno de estos métodos.

Principio 1: Se Amable

El primer principio básico y el más importante para tratar a las personas es ser amable. Con este fin, no debes criticar, condenar o quejarse de las personas. En lugar de juzgar a las personas o menospreciarlas, debes intentar comprenderlas y averiguar por qué hacen lo que hacen. De esta manera, puedes ser solidario, mostrar simpatía y ser tolerante y amable. A las personas les gustan que las tratan de esta manera y responden positivamente a este enfoque.

“Las críticas son como palomas mensajeras. Siempre regresan a casa”

Es posible que debas ejercer el autocontrol para abstenerte de expresar tus sentimientos negativos hacia otra persona, si es así, hazlo. De hecho, si tienes el deseo de cambiar a los demás, es más rentable centrar tu atención en primero cambiar tú mismo.

Principio 2: Averigua lo que Quieren

Una segunda técnica fundamental es conocer lo que los demás quieren y dárselo. Las personas tenemos muchas aspiraciones. Algunos de nuestros deseos más comunes incluyen la salud y la preservación de la vida, la comida, el sueño, el dinero, y los bienes y servicios que el dinero puede comprar, la gratificación sexual, el bienestar de nuestros hijos y un sentimiento de importancia.

La mayoría de estos deseos suelen cumplirse, excepto el deseo de sentirse importante, aunque sea un deseo básico muy fuerte. Es el anhelo de sentirse importante el que motiva a las personas a usar los estilismos más modernos, conducir los autos más modernos y buscar el éxito.

La mejor manera de entender lo básico de una persona es saber qué desencadena su sentimiento de importancia. Una vez que conoces esa información, puedes hacer que esa persona se sienta importante. Al mismo tiempo, evita siempre decir o hacer cualquier cosa que socave el sentido de importancia de una persona.

“Haz que la otra persona se sienta importante y hazlo con sinceridad”

Por ejemplo, al valorar a un hijo/a o a un empleado/a, usa incentivos en lugar de críticas para motivarlo. Recuerda, nada mata las ambiciones de una persona con más eficacia que la crítica de un superior. Ofrece elogios donde puedas y no duda al mostrar los fallos si no puedes hacerlo de forma constructiva. Evita la adulación poco sincera, porque no funciona. Generalmente, la gente lo verá como superficial y egoísta. En su lugar, muestra tu aprecio honesto y sincero.

Principio 3: Ayúdales a Conseguir lo que Quieren

El tercer principio fundamental es estimular la necesidad de conseguir lo que quieren los demás. Este principio funciona porque todos los individuos están interesados ​​en conseguir lo que quieren. Por lo que, si deseas aumentar tu influencia sobre otras personas, averigua qué es lo que quieren lograr y ayúdalos a lograrlo. En este proceso, es útil comprender su punto de vista y examinar cualquier situación desde su perspectiva, así como desde la propia.

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