Cine y verdad

Santiago Quiroga

29/03/2021

Película el año del descubrimiento

Para los 50 plus, hace ya tiempo que los documentales dejaron de ser los de “La 2”. Ahora es otro formato narrativo cuya única singularidad, es que el material que utiliza es la realidad. La manipulación del contenido con el objetivo de su dramatización sería un interesante debate.

Tres de las películas más interesantes que podemos ver este año son documentales, muy diferentes entre ellos, pero los tres magníficos:

Empezamos por el español, El año del descubrimiento de José Luis López Carrasco. Año 92, cuando España se presenta al mundo con sus mejores galas, la reconversión industrial está produciendo situaciones que, en Cartagena terminan con la quema del edificio de la asamblea por parte de un grupo de manifestantes. El director nos lo cuenta a través de conversaciones con dos colectivos: los que eran jóvenes entonces y protagonizaron los hechos y los que lo son ahora y sufren las consecuencias. Y consigue algo increíble, que más de tres horas de charlas en un bar, sean una película apasionante.

Collective, se desarrolla alrededor de una tragedia colectiva. En 2015 se produjo un incendio durante un concierto en un club nocturno de Budapest. Hubo varios muertos e infinidad de heridos. Pero lo que salió a la luz, fueron las carencias sistema sanitario del país. Los protagonistas son un periodista y un político que lucharon por cambiar las cosas. Y hay que estar preparados para ver ciertas escenas. El resultado es casi un thriller.

Y por último, El Disidente de Byan Fogel, sobre el inaceptable e increíble asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Turquía. Posiblemente es de las tres la que recurre más claramente al formato periodístico. Es un producto ágil, brillante y visualmente hipnótico. Y, sobre todo, totalmente riguroso y muy claro con el material que incluye.

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“Lo importante de estas tres historias no es que estén muy bien contadas, que lo están, es que son verdad. Posiblemente no pensemos que podamos cambiar el mundo, pero conocerlo es sin duda el primer paso para planteárnoslo.