La semana pasada fue convalidado en el Congreso el real decreto que reforma la jubilación y sus modalidades a fin de incentivar la retirada progresiva del mercado trabajo, esto es, seguir trabajando mientras se cobra una pensión. En España sólo lo hace el 5% de los jubilados, muy lejos de Suecia, donde lo hacen el 41%, y claramente por debajo del 13% de media europea. De hecho, somos el tercer país de Europa con menos jubilados trabajando. Lo recogíamos hace poco AQUÍ.

El nuevo sistema contempla tres opciones de jubilación: activa, parcial y demorada. Aunque no sea fácil, vamos a intentar resumir en qué consisten cada una de las tres.

Jubilación activa

Permite compatibilizar la pensión y el trabajo durante un tiempo determinado tras la jubilación. Se elimina el requisito de tener una carrera de cotización completa, con lo que pueden acogerse a esta modalidad personas que han trabajado de manera intermitente. La pensión irá subiendo a medida que se retrase la jubilación, incrementándose en cinco puntos porcentuales por cada 12 meses de actividad profesional, sin superar nunca el 100% de la pensión.

Jubilación parcial

Esta modalidad consiste en que un trabajador obtiene la pensión antes de llegar a la edad de jubilación. A partir de ahora, podrá compaginar un trabajo a tiempo parcial con una pensión reducida en proporción a la reducción de su jornada. Ésta se podrá ampliar hasta el 75%, en vez del 50% actual, y se podrá acceder a este tipo de jubilación tres años antes de la edad legal de jubilación, siempre que en el primer año la reducción de jornada sea de entre el 20% y el 30%. Eso sí, será necesario que la empresa contrate a otra persona para compensar esa reducción de jornada del trabajador que se acoge a esta modalidad.

Jubilación demorada

La nueva regulación contempla la posibilidad de recibir un incentivo adicional por cada seis meses que el trabajador aguante sin jubilarse a partir del segundo año de haber cumplido la edad de retiro. Ese plazo era hasta ahora de 12 meses. Así, un trabajador que podía jubilarse a los 66 años y decide seguir hasta los 68 y 7 meses, recibe una pensión un 4% mayor ese primer año. La prima va incrementándose progresivamente, de manera que, cuando finalmente se jubile, su pensión será un 10% mayor.

Estas normas entran en vigor a partir del 1 de abril de 2025.

Pero como estamos seguros de que hay muchos casos posibles y cada uno tendrá el suyo propio, recomendamos consultar el real decreto completo, publicado en el BOE, AQUÍ.