Por distintos motivos -desempleo, incapacidad laboral o jubilación-, las personas 50plus comienzan a enfrentar, si no lo han hecho antes, el desequilibrio que han sostenido durante años en sus vidas por un exceso de protagonismo de las obligaciones laborales. Sin un adecuado hábito de autocuidado en todas las dimensiones del ser humano -física, mental, socioemocional, material y espiritual-, la vida sin trabajar puede resultar penosa.
Algunas de las razones que nos impiden disfrutar de este cambio de vida son:
- La adicción al trabajo. ¿Qué haré sin él?, ¿quién soy yo si no soy mi profesión?, ¿qué hago con el tiempo ahora?, ¿con qué otras personas me relaciono fuera del trabajo?, ¿enfermare…?
- El apego material y la falta de educación financiera. Vivimos al límite o por encima de nuestras posibilidades. ¿Cómo me las puedo apañar con menos ingresos laborales o sin fuentes económicas extralaborales?
- El trabajo como excusa para no enfrentar problemas personales. Sin obligaciones laborales ¿cómo gestionarás responsabilidades domésticas o el cuidado de personas dependientes?, ¿eres capaz de poner límites y decir “no” sin sentirte culpable?, ¿sigues amando a tu pareja y disfrutas de la compañía de los miembros de tu hogar?, ¿qué tan bien te llevas con la soledad?
Prevenir y revertir esta situación es posible y puedes comenzar ahora. Te ofrezco diez consejos para perder el vértigo:
- Abre el abanico de experiencias y haz cosas no productivas o vinculadas a lo laboral.
- Cuida tu vida financiera y establece un plan.
- Dedica parte de tu tiempo a una causa solidaria.
- Comienza a respetarte aprendiendo a comunicarte de forma asertiva.
- Encuentra un propósito propio, que te ilusione y suponga un reto.
- Cuida tu cuerpo, pues lo necesitarás en las mejores condiciones.
- Contacta con la naturaleza, con la música, medita o reza si tienes creencias religiosas.
- Cultiva tu mente, lee, escribe, participa en conversaciones variadas.
- Demuestra tu afecto y gratitud a las personas que te han ayudado a llegar hasta aquí.
- Deja de posponer, toma las decisiones que te correspondan de una vez. Busca ayuda si lo necesitas.
“La jubilación o los descansos entre intervalos laborales pueden ser períodos fructíferos y felices. Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te lleva al lugar donde quieres estar mañana y vive hoy cualesquiera que sean tus circunstancias con la alegría de quien sabe que la vida es un regalo llamado presente. ¡Adelante!
Cuando estamos conectados con nuestro propósito en la vida, cuando ponemos en valor nuestras fortalezas, cuando cuidamos de nosotros en cada decisión, cuando tenemos claridad mental,… las cosas fluyen de manera más sencilla y con menos esfuerzo.
Puede ser útil llevar un registro o diario del proceso de consecución.
Acuérdate también de disfrutar y celebrar cada pequeño avance que te acerca a lo que quieres experimentar
Si abandonaste tu propósito, si el camino que has elegido para la consecución de metas es demasiado pesado, aburrido o doloroso, seguro que no elegiste bien el qué o el cómo. Los cambios han de ser ilusionantes y nunca sentirlos un calvario aunque supongan esfuerzo. A por ello!
Muy buenos consejos, y son REALISTAS, factibles, retadores, medibles … ¿ cómo les llamaban, “SMART” ? 😉
Haré por aplicármelos (sobre todo 2-6-10 que me parece que si hiciésemos una encuesta ganarían de calle, por poco practicados)