En abril nos hacíamos eco de la entrada en vigor de la reforma de la jubilación, que buscaba fomentar que sigamos trabajando mientras cobramos una pensión. El objetivo es doble: seguir aprovechando el talento senior y, al mismo tiempo, aliviar el estresado sistema de pensiones.

Ahora se ha conocido un borrador que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha compartido con los principales agentes sociales -sindicatos y empresarios- y en el que introduce algunos cambios.

Básicamente, lo que propone es modificar el acceso a la jubilación flexible, endureciendo los requisitos a la jornada laboral, pero ofreciendo a cambio un incentivo económico adicional para quienes se acojan a esta modalidad. De lo que se trata es de incentivar la permanencia en el mercado laboral, o dicho de otra forma, que nos interese jubilarnos más tarde.

Si actualmente se exige realizar entre el 25% y el 75% de la jornada completa, el ministerio propone elevar estos porcentajes a entre el 40% y el 80% de la jornada. A cambio, se plantea aumentar el importe de la parte de pensión que se sigue recibiendo. Hasta un 20% si se trabaja parcialmente entre el 60% y el 80%, y en un 10% entre el 40% y el 60%.

La propuesta recogida en el borrador admite también que los autónomos puedan acogerse a la jubilación flexible. En el caso de que ésta se compatibilice con una actividad por cuenta propia, se incrementaría en un 20%, eso sí, siempre que no se haya estado de alta como autónomo en los cinco años previos a la jubilación.

Como decimos, se trata sólo de una propuesta recogida en un borrador al que han tenido acceso los medios de comunicación. Por lo tanto, está pendiente de las consiguientes negociaciones entre los sindicatos y la patronal. Quedamos, pues, a la espera de noticias.

Como no hay ningún documento ni comunicado oficial, nos queda remitirnos a lo publicado. Por ejemplo, en El País.